Volcán de La Palma: La UME vigila de cerca las nuevas fisuras
Las nuevas fisuras en las faldas del volcán de Cumbre Vieja preocupan a las autoridades en la isla española de La Palma. Miembros de la UME, la Unidad Militar de Emergencia, vigilan de cerca las nuevas coladas, su velocidad, trayectoria y temperatura. Mediciones sirven para dar la alerta si es necesario, para identificar nuevas bocas eruptivas, como esta que se ha abierto justo debajo de una vivienda, o para tomar el pulso a un coloso que con menor o mayor brío no ha dejado de escupir lava y ceniza desde que entró en erupción el pasado 19 de septiembre. La nueva colada, que ha sorprendido por su velocidad y fluidez, ha destruido parcialmente un cementerio y el único crematorio de la isla, donde nadie se atreve a asegurar que el fin de la erupción está cerca.
A las autoridades también les preocupa la lluvia, que ha caído de forma intermitente. La mezcla del agua con la ceniza volcánica depositada en techumbres y barrancos puede provocar derrumbes o deslizamientos de terrenos. El aeropuerto de La Palma ha permanecido cerrado este viernes debido a la presencia de nubes de gas y ceniza procedentes del volcán, que, en nueve semanas y media ha destruido casi 1 500 edificaciones, la mayoría de uso residencial, y ha cubierto de lava una superficie de 340 hectáreas. Más de 7 000 personas siguen evacuadas.