Francisco ha vuelto este domingo a la isla de Lesbos, que visitó en 2016 durante los primeros años de la crisis migratoria
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El Papa Francisco ha vuelto este domingo a la isla de Lesbos, que visitó en 2016 durante los primeros años de la crisis migratoria.
Francisco, que declaró el lunes que Europa está "desgarrada por el egoísmo nacionalista" hacia los inmigrantes y los refugiados, ha podido ver de primera mano los cambios ocurridos desde su última visita.
Para los refugiados, como el congoleño Rouddy Kimpioka, la llegada del Papa supone "una gran esperanza, aunque sean musulmanes o cristianos. Para todos nosotros es algo muy bueno y creemos que cuando el Papa se vaya, la situación de la vida de los refugiados dentro del campo cambiará y será mejor, mucho más que ahora", dice.
"Es muy importante, sobre todo para los que llevan ya dos años aquí en la isla de Lesbos", asegura su compañera Enice Kiaku.
Francisco evocó el problema de la migración y la solidaridad durante su encuentro con el arzobispo Jerónimo II de Atenas.
La visita de Bergoglio, de 84 años, a la capital griega es la primera visita de un Papa desde Juan Pablo II en 2001. Durante su viaje de dos días y medio a Grecia, Francisco ha alertado del "retroceso de la democracia".