La lava ha dejado de correr pero 7000 personas están sin hogar, con sus casas y recuerdos arrasadas.
El volcán ha dejado en silencio La Palma pero las vidas de muchos habitantes de la isla están lejos de alcanzar la calma. La casa de Roselio estaba a solo seiscientos metros del Cumbre Vieja y la lava arrasó con lo que también era gran parte de su historia personal.
Su familia ahora está dispersada por diferentes refugios temporal y el, con 49 años, ahora tiene todo por hacer. "Está claro que no podemos estar añorando lo que ya no está. Tenemos que coger y seguir adelante. Y si toca empezar de cero, empezamos. Si mis padres hicieron una casa con miles de trabajos, que ni carretera llegaba a ella, yo no soy menos."
Han sido un total de tres meses de erupción, desde el 19 de septiembre hasta esta última semana, que han dejado a 7000 personas sin hogar. También han quedado arrasados 1200 hectáreas, en parte de cultivos como el plátano. Y ahora, son muchos los que dependen de las autoridades.
Víctor Manuel Bonilla es agricultor: "A corto plazo, la ruina completa. A largo plazo, pues posiblemente tendré que buscar otra cosa en otra isla y largarme, porque si las instituciones no están al nivel de esta catástrofe, no aportan soluciones, yo tengo que salvar a mi familia, yo tengo que llevar un plato de comida todos los días a casa."
La mayor erupción en La Palma desde que se registran datos ha dejado, según el Gobierno de la región, casi 850 millones de euros de pérdidas. Las caravanas se han convertido en residencias permanentes. y la recuperación personal depende de cada uno, como explica la psicóloga Estafanía Sánchez: "El duelo, cada uno necesita un tiempo determinado para superarlo. Si la vecina de al lado ya está buscando un terreno e intentando empezar de cero, a lo mejor tú estás en otra etapa de ese duelo."
El Gobierno español espera movilizar más de 200 millones de euros y está tomando medidas para fomentar el turismo en La Palma, una de sus principales fuentes de ingresos.