Birmania | Huelga general al cumplirse un año del golpe de estado militar

La oposición birmana contra la dictadura protestó por el primer año del golpe militar. La "huelga silenciosa" pretendía vaciar las calles de las ciudades del país.
El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, reclamó el fin de la represión y esbozó un paisaje catastrófico en Birmania, donde aseguró que "más de 14 millones de personas tienen necesidades humanitarias, la economía está en crisis, los logros democráticos se han revertido y el conflicto se extiende por todo el país".
Los opositores, en la clandestinidad para proteger su vida, explican la situacion del país:
"Después de casi un año desde el golpe de Estado, en Myanmar todavía hay muchas personas que son asesinadas cada día por los militares, y el mundo no presta atención. El consejo militar sigue cometiendo crímenes contra la humanidad, como la detención de civiles y la quema de pueblos durante la guerra con las Fuerzas de Defensa del Pueblo en las zonas rurales. Seguimos sufriendo torturas, asesinatos y opresión".
"Los jóvenes de Myanmar han experimentado el sabor de la libertad y la tecnología en los últimos años y sólo queremos seguir este camino, no queremos volver a caer en un agujero oscuro. Si vivimos bajo una junta militar, nuestras almas estarán muertas. No tendremos ninguna oportunidad, ninguna posibilidad en nuestras vidas".
Desafiando las amenazas de las autoridades, los manifestantes de la segunda ciudad más grande de Myanmar, Mandalay, salieron a la calle. Las autoridades anunciaron recientemente que los manifestantes podrían ser acusados de traición en virtud de la Ley Antiterrorista.
Casi 1.500 civiles han sido asesinados y más de 11.000 detenidos en la actual represión, según fuentes de la oposición.
Los grupos de derechos acusan a los militares de torturas y ejecuciones extrajudiciales.
La Unión Europea ha llamado a la comunidad internacional a cesar la venta de armas a Birmania.