Sin servicios públicos, donde el agua potable no está garantizada, rodeada de ríos contaminados y un vertedero de basura la barriada de La Carpio es el símbolo de la pobreza que se presenta como desafío al próximo presidente costaricense.
PUBLICIDADCosta Rica es bastante más que turismo y un paisaje deslumbrante.
El lema nacional de Pura vida no significa lo mismo en el mayor barrio de chabolas cerca de San José.
Segregación y estigmatización social tienen su acomodo en el asentamiento de 23 kilómetros cuadrados, la mayor concentración de migrantes de Centroamérica.
Sin servicios públicos, donde el agua potable no está garantizada, rodeada de ríos contaminados y un vertedero de basura la barriada de La Carpio es el símbolo de la pobreza que se presenta como desafío al próximo presidente costaricense.
El país con el índice más alto de felicidad en el continente americano vio también crecer su pobreza del 21% en 2019 a más del 26,2% en 2020.
Hay un 6,3% en pobreza extrema, según cifras oficiales, cifras potenciadas por la covid-19, que no se veían desde 2008.
En un país que tiene en el turismo uno de sus motores económicos en 2020 las visitas cayeron más del 60%, aunque en 2021 empezó a recuperarse.
La Comisión Económica para América Latina de la ONU asegura que Costa Rica, junto a Brasil, será de las naciones que más tardarán en recuperarse "debido a los recortes de las ayudas estatales".
Líder en protección medioambiental y con la democracia más sólida de la región, Costa Rica va a las urnas este domingo a elegir un nuevo gobernante.
La Carpio, marcada por la delincuencia, nació en los años 90 en la periferia la capital, rodeada de ríos contaminados y un botadero de basura. Hasta allí llegaron refugiados de la guerra civil de la fronteriza Nicaragua. Hoy ocupa 63 hectáreas, tiene unos 52.000 habitantes, entre migrantes y costarricenses en pobreza.
Todo ello queda en manos del próximo presidente. El político de centroizquierda José María Figueres y la democristiana Lineth Saborío van en primero y segundo lugar en las preferencias, aunque sin amplia mayoría, lo que anuncia una segunda vuelta el 3 de abril.