11 abr - Rusia no detendrá su operación militar en Ucrania para las siguientes rondas de conversaciones de paz, dijo el lunes el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Representantes rusos afirman que las conversaciones de paz con Ucrania no están avanzando tan rápidamente como desearían, y han acusado a Occidente de intentar hacer descarrilar las negociaciones planteando acusaciones de crímenes de guerra contra las tropas rusas en Ucrania, que Moscú niega.
En una entrevista con la televisión estatal rusa, Lavrov dijo que no veía ninguna razón para no continuar las conversaciones con Ucrania, pero insistió en que Moscú no detendría su operación militar cuando las partes se reunieran de nuevo.
Lavrov dijo que el presidente Vladimir Putin había ordenado suspender la acción militar durante la primera ronda de conversaciones entre los negociadores rusos y ucranianos a finales de febrero, pero que la posición de Moscú había cambiado desde entonces.
"Después de que nos convenciéramos de que los ucranianos no pensaban corresponder, se tomó la decisión de que durante las próximas rondas de conversaciones no habría pausa (en la acción militar) mientras no se alcanzara un acuerdo definitivo", dijo Lavrov.
Rusia envió decenas de miles de tropas a Ucrania el 24 de febrero en lo que denominó una operación especial para degradar las capacidades militares de su vecino del sur y erradicar a personas que calificó de peligrosos nacionalistas.
Las fuerzas ucranianas han opuesto una fuerte resistencia y Occidente ha impuesto amplias sanciones a Rusia para obligarla a retirar sus fuerzas.
La semana pasada, Lavrov acusó a Kiev de presentar a Moscú un proyecto de acuerdo de paz "inaceptable" que se apartaba de los acuerdos alcanzados anteriormente por las partes. Kiev desestimó entonces los comentarios de Lavrov como una táctica para socavar a Ucrania o desviar la atención de las acusaciones de crímenes de guerra contra las tropas rusas.
En la entrevista emitida el lunes, Lavrov también dijo que los llamamientos de Josep Borrell, el diplomático jefe de la Unión Europea, para que el bloque siga armando a Kiev marcaban un "giro muy grave" en la política europea.