Ciudades destrozadas y vidas rotas: el triste rastro que deja la guerra de Ucrania

Una mujer pasa por delante de un vehículo dañado marcado con la letra Z, en Mariúpol, el 13 de abril de 2022
Una mujer pasa por delante de un vehículo dañado marcado con la letra Z, en Mariúpol, el 13 de abril de 2022 Derechos de autor Alexei Alexandrov/AP
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Por Euronews en español
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Algunos civiles insisten en quedarse en ciudades que han sido prácticamente abandonadas ante el asedio ruso.

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El centro histórico de Mariúpol es estos días el triste y perfecto ejemplo de lo que es una guerra. Tras casi dos meses de encarnizados combates y continuos bombardeos, muchos de sus edificios no son más que ruinas y escombros.

A pesar del evidente peligro, algunos ciudadanos siguen saliendo a la calle para recoger ramas con las que hacer fuego para así poder calentarse o cocinar. Los cuerpos de aquellos que murieron, por su parte, permanecen en las calles.

Pero no sólo Mariúpol. En Popasna, al sureste, cerca de Lugansk, el Ejército ucraniano y algunos civiles resisten igualmente a la ofensiva rusa. Sus ciudadanos han decidido permanecer en su lugar, conscientes del constante peligro mortal que supone no marcharse, pero incapaces de dejar atrás todo lo que han construido, todo lo que tienen y todo lo que, en definitiva, son.

"Envié a mis hijos lejos y mi esposa y yo nos quedamos en el sótano", cuenta Vasily, residente de esta ciudad. "No quiero irme. ¿Quién necesita esto a esta edad? La gente se va a Dnipró o a otros lugares. No es la solución. Es mejor quedarse en el mismo sitio y que pase lo que tenga que pasar. Hay suficiente comida, así que eso es todo".

En efecto, otros muchos han decidido huir a ciudades bajo control ucraniano, como es el caso de Dnipró. Aquí hay muchos niños que están hospitalizados, entre ellos varios huérfanos a causa de una guerra que, sin siquiera entenderla, ya ha marcado sus vidas para siempre.

En lugares recientemente liberados, como Brovary o Chernígov, ambas al norte de Kiev, la limpieza continúa. Aquí, el 70 por ciento de las infraestructuras están en estado de deterioro. Con la marcha de las tropas rusas toca buscar en cada rincón los peligros que estas han dejado atrás y volver a levantar unas ciudades que hace unas semanas eran como cualquier otra y que de ahora en adelante nunca serán las mismas.

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