El primero de mayo es un día para celebrar, pero no para los trabajadores italianos. Cada vez están peor pagados y con menos estabilidad, en un mundo laboral que sigue mostrando importantes desigualdades por motivo de género, edad y origen.
El Primero de Mayo es un día para celebrar, pero no para los trabajadores italianos. Cada vez están peor pagados y con menos estabilidad, en un mundo laboral que sigue mostrando importantes desigualdades por motivo de género, edad y origen.
Este es el panorama que se desprende del último informe del sindicato de trabajadores Censis-Ugl, presentado en Roma unos días antes del Día Internacional del Trabajador.
El mercado italiano es cada vez más difícil para los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes y los trabajadores menos cualificados.
Además, el salario del 64,3% de los trabajadores italianos no está en consonancia con el costo de vida.
Entre 2010 y 2020, los salarios brutos cayeron un 8,3%. Es por ello que fueron a denunciar esta realidad en Bruselas ante las sedes de las instituciones europeas.