El secretario general de la organización insistió en la necesidad de acabar con una guerra que "no resuelve nada".
António Guterres visita a los refugiados ucranianos en Moldavia. El secretario general de la ONU aprovechó su segundo día de estancia en Chisinau para mostrar su apoyo y el de la organización que representa a los cerca de medio millón de ucranianos que han llegado a este país huyendo de la guerra.
Guterres aprovechó una vez más para hacer un llamamiento a la paz: "Esta tragedia demuestra que la guerra es una cosa sin sentido y que este conflicto debe parar", decía ante los medios. "No hay solución militar para los problemas a los que nos enfrentamos. Es absolutamente necesario detener esta guerra y que prevalezca el derecho internacional".
La visita del secretario general coincide con el 30 aniversario del ingreso de este país en la ONU. Todo ello en medio de dos importantes crisis para Chisinau. La primera de ellas tiene que ver con Transnistria, región fronteriza con Ucrania y de gran importancia geoestratégica en el marco de la guerra y que ha llegado a poner a Moldavia en la lista negra de Vladímir Putin.
Y es que el territorio moldavo se encuentra bajo control de las autoridades separatistas desde la guerra de 1992. Rusia cuenta con unos mil quinientos soldados desplegados en la región escindida, destacadas formalmente como fuerzas de paz. En las últimas semanas se han producido una serie de atentados con explosivos en la región secesionista y tanto Chisinau como Moscú se han acusado mutuamente de lo sucedido.
La segunda crisis es directamente económica y también va ligada a la guerra en Ucrania, con la ruptura de las cadenas de suministro o el rápido aumento de los precios de los combustibles y los alimentos entre sus consecuencias.
Guterres quiso igualmente remarcar la solidaridad de su gente. Y es que cabe recordar que Moldavia es el país que más refugiados habría acogido en proporción a su propia población.