Centenares de defensores de Azovstal evacúan la acería ucraniana. La planta metalúrgica símbolo de la resistencia a la invasión del Ejército ruso, habría sido abandonada, según el Ejército ruso, por 1730 soldados ucranianos.
Centenares de defensores de Azovstal evacúan la acería ucraniana.
La planta metalúrgica símbolo de la resistencia a la invasión del Ejército ruso, cuenta las horas antes de caer completamente en manos de las fuerzas invasoras.
Según el Ejército ruso, 1 730 soldados ucranianos que llevaban semanas atrincherados, muchos de ellos del Batallón Azov, se han rendido a sus tropas en lo que va de semana.
Cruz Roja Internacional está anotando sus nombres con la esperanza de que sean considerados prisioneros de guerra y no terroristas, como los ha definido Moscú.
La caída definitiva de Azovstal permitirá a Rusia enviar más fuerzas hacia la región del Donbás, que es ahora el principal objetivo del esfuerzo bélico.
Objetivo principal, pero no el único. Las tropas rusas siguen controlando la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, y el gobierno ruso no parece dispuesto a abandonarla. Según el viceprimer ministro Marat Khusnullin, esta región también podría unirse a lo que llamó "la familia rusa".
Ucrania podrá seguir recibiendo electricidad, dijo, siempre que la pague.
Mientras, los soldados ucranianos tratan de repeler los avances de las tropas rusas en el frente.
En un par de meses, aseguran que habrán expulsado a los soldados invasores de la central eléctrica.