El Gobierno aplacó la movilización ciudadana pero no el malestar, el deterioro de la crisis económica amenaza con otro estallido y la continuación de un éxodo de jóvenes no visto desde los años 60.
PUBLICIDADActivistas, opositores y periodistas independientes han sido sitiados en sus domicilios o detenidos en Cuba en las últimas horas cuando se cumple el primer aniversario del 11J, la mayor protesta antigubernamental en décadas.
Algunos de ellos han denunciado su situación en redes sociales, en otros casos han sido ONG las que han hecho públicos sus casos. Efe ha contactado con media docena de afectados.
La ONG Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede en Madrid, aseguró que ha registrado en los días previos y hasta mediodía del 11 de julio "más de un centenar de acciones represivas (105) en el marco del primer aniversario del 11J".
El opositor Manuel Cuesta Morúa aseguró a Efe que fue detenido "un par de horas" este sábado junto al rapero David D'omni, "bajo el argumento" de que estaban "organizando algo" para la conmemoración del 11 de julio.
"Creo que hay un aumento del pánico de Estado", explicó a través de una aplicación de mensajería y añadió que en estos días no tiene permitido abandonar su domicilio.
Cuba es una olla a presión
Las masivas protestas, provocadas por la dura crisis económica, han dejado una estela de descontento y hartazgo en las calles de La Habana y en el interior del país.
Según los cubanos, el deterioro de las condiciones de vida no solo se mantiene sino que se ha agravado en los últimos meses.
Relatan que sufren hasta 12 horas de cortes de electricidad, infinitas colas por el desabastecimiento de gasolina y una subida del precio de los alimentos que deja a muchos sin comer.
Casi 800 personas fueron detenidas y condenadas por participar en las movilizaciones que denunciaban estas calamidades. Un año más tarde, familiares y ciudadanos piden su liberación.
"Aquí el ánimo, el espíritu, todo ha cambiado muchísimo para desfavorable, los padres (de los presos por las protestas del 12 Julio) no estamos contentos, son muchos inocentes lo que hay presos, estamos devastadas las familias, no tenemos fin de año, no tenemos festejos, no tenemos nada", dice Elizabeth León, madre de tres jóvenes encarcelados tras las manifestaciones.
Un éxodo de jóvenes inédito
La mayoría de los detenidos durante el estallido eran jóvenes. Los más afectados por la falta de oportunidades y los salarios precarios.
Sin perspectivas de un futuro mejor, 140 000 jóvenes cubanos han abandonado el país en ocho meses, es el mayor éxodo en 62 años de revolución.
El Gobierno, por su parte, culpa a fuerzas extranjeras de lo que prefiere llamar un intento de "golpe de Estado vandálico" y achaca la crisis económica a las consecuencias del embargo estadounidense.
Analistas, que no ignoran las repercusiones de las acciones de Washington, advierten de que si Cuba no resuelve sus problemas estructurales, la situación podría empeorar aún más.
Una de las penurias que sale de la lista de los cubanos es la pandemia, gracias a la campaña de vacunación.
Sin embargo, el malestar persiste: se escuchan cacerolazos y se forman pequeñas concentraciones espontáneas en el interior del país.
El Gobierno ha endurecido su código penal para desarticular la movilización ciudadana, pero si la crisis persiste el país podría vivir otro episodio como el 11J.
Detenciones masivas y arbitraria desde el 11J
A las protestas siguieron las detenciones masivas, de opositores históricos a ciudadanos anónimos, algunos menores de edad. Las ONG Cubalex y Justicia 11J han documentado 1 484 arrestos.
PUBLICIDADLa Fiscalía General de la República (FGR) apuntó en enero que 790 personas han sido procesadas por estos hechos, de las que 55 tenían en esa fecha entre 16 y 17 años. La edad mínima penal en Cuba son los 16.
Hasta el momento los tribunales han emitido 76 sentencias en firme contra 381 personas. El 78 % de los sancionados (297) obtuvo penas de prisión, en ocasiones de hasta 25 años.
Human Rights Watch (HRW) y ONG locales han reportado asimismo un repunte desde entonces de la represión contra activistas, disidentes y periodistas independientes.