MADRID, 10 oct - El presidente del Tribunal Supremo de España dijo que presentaría su dimisión el lunes, creando un vacío al frente de una de las instituciones cruciales del país y empujando a los dos principales partidos políticos a poner fin a un estancamiento de cuatro años sobre los nombramientos judiciales.
"Mantenerme a partir de ahora en esta responsabilidad sólo puede servir para convertirme en cómplice de una situación que aborrezco y que es inaceptable", dijo Lesmes, que permaneció como presidente en funciones del tribunal tras finalizar su mandato en 2018, en un comunicado difundido el domingo por la noche.
Tras la dimisión de Lesmes, el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, y el líder del opositor Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se reunieron como primer paso para nombrar a los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que, a su vez, elige a los principales jueces del país.
"Nos ponemos desde ya para lograr un acuerdo rápido" dijo el lunes a los periodistas Félix Bolaños, ministro de relaciones con las Cortes, tras la reunión entre Sánchez y Núñez Feijóo.
"Nos comprometemos a negociar en serio", añadió.
El nombramiento de los miembros del CGPJ requiere una mayoría de tres quintos en el Parlamento, lo que ha resultado imposible sin el apoyo del Partido Popular.
En el panorama político español, cada vez más polarizado, ha habido pocos acuerdos entre los dos principales partidos que se han pasado cuatro años acusándose mutuamente de mala fe.
"Hemos avanzado para abordar la renovación conjunta del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional con un nuevo marco que profundice en criterios de independencia", dijo Núñez Feijóo en Twitter.