Aunque no todo son malas noticias, el informe señala que Europa ha conseguido reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 31% entre 1990 y 2020, con un objetivo de lograr una reducción neta del 55% para 2030.
El calentamiento global es imparable en Europa, duplicando el incremento medio mundial en las últimas tres décadas, es decir, aproximadamente medio grado por década.
Son las conclusiones del informe anual sobre el Estado del Clima en Europa (2021) realizado por la Organización Metereológica Mundial (OMM) y el servicio de observación Copernicus de la Unión Europea (UE).
En este mapa podemos observar las anomalías de temperatura registradas el año pasado en el Viejo Continente que no dejan lugar a dudas, con olas de calor extremo en muchas zonas próximas al Círculo Polar Ártico.
Las consecuencias son bien conocidas. En el último cuarto de siglo algunos glaciares alpinos han visto reducido el espesor del hielo en hasta treinta metros, incluso en las zonas de mayor altitud.
Todo sin olvidar, los violentos incendios forestales que vienen experimentando Europa en este periodo. Y además, en las regiones del Mediterráneo, las olas persistentes de calor han ido acompañadas de una ausencia de lluvias.
Y cuando ha llovido, las tormentas, con precipitaciones intensas en muy poco tiempo, han provocado la devastación, porque ni el terreno ni las infraestructuras han sido capaces de absorber tal cantidad de agua.
Aunque no todo son malas noticias, el informe señala que Europa ha conseguido reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 31% entre 1990 y 2020, con un objetivo de lograr una reducción neta del 55% para 2030.