También ha robado otras joyas, cuadros y estatuas de la ciudad tras su retirada.
Rusia ha expoliado los restos del príncipe del siglo XVIII, Grigori Potemkin, amante de la emperatriz rusa Catalina la Grande. Se encontraban en la catedral de la ciudad ucraniana de Jersón. También se llevaron otros cuadros, joyas y estatuas de la región. Las tropas rusas dicen que se han llevado los huesos para "protegerlos" de los ucranianos.
"En esta tumba vacía estaba el ataúd con los restos de Potemkin. Pensamos y seguimos pensando que sus huesos no estaban bajo amenaza. Estaban a salvo aquí. Creo que es grave lo que han hecho. Si Potemkin estuviera vivo y viera esto, lo habría desaprobado", señala Vader Ilja, representante de la Catedral de Santa Catalina.
El presidente ruso, Vladímir Putin, es un gran admirador del príncipe Potemkin quien en su momento conquistó Ucrania, se anexionó Crimea y fundó las ciudades de Odesa y Jersón. Por eso ahora el robo de estos huesos tiene un gran significado simbólico.