Comienza el desalojo de miles de ecologistas que intentan evitar la ampliación de una mina de carbón

Miles de activistas medioambientales intentan resistir en el pueblo alemán de Lützerath. Su objetivo, evitar la ampliación de una mina de lignito al aire libre. La policía los ha rodeado este miércoles y pide que dejen de tirarles cócteles molotov, piedras y pirotecnia, y que se vayan de forma pacífica. Unos 200 ya lo han hecho.
De árbol en árbol
Algunos evitan a los agentes desplazándose de árbol en árbol por encima de ellos mediante cuerdas. En el suelo, otros se han encadenado a un barril de hormigón.
Este pueblo, al oeste del país, se ha convertido en todo un símbolo de la lucha contra los combustibles fósiles. El consorcio energético alemán RWE, propietario del lugar, planea demolerlo para extender la gigante mina de Garzweiler.
Larga evacuación
La evacuación de Lützerath, que tenía unos cien habitantes, comenzó en 2006 y fue completada el año pasado. Nadie, por tanto, vive allí actualmente.
La empresa está construyendo una barrera metálica en su perímetro. Las fuerzas del orden calculan que podrían tardar semanas en desalojar a todos los ecologistas.
Los planes del Gobierno alemán eran que el estado de Renania del Norte-Westfalia abandonara el carbón definitivamente en 2030. Pero la crisis energética producida por la invasión rusa de Ucrania lo ha complicado.