La empresa energética RWE ha comprado terrenos y viviendas y tiene los permisos para empezar la demolición, tras un acuerdo con el Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia. Unos 200 activistas climáticos tratan de impedirlo.
Objetivo: salvar Lützerath, un pueblo del oeste de Alemania. Unos 200 activistas climáticos se han comprometido a luchar para evitar que desaparezca del mapa. Su supervivencia corre peligro debido a la expansión de una mina de carbón cercana, que enfrenta a autoridades y ecologistas.
Los activistas climáticos critican la inacción de quienes gobiernan, entre ellos Luisa Neubauer, activista climática Fridays For Future:
"Esto de detrás es la mayor fuente de CO2 de Europa. Son emisiones que afectan a todo el mundo. Así que también estamos aquí para que quienes dependen de nosotros hablen cuando el Gobierno no se atreve a hacerlo".
La energética RWE, considerada la empresa más contaminante de Europa, ha comprado terrenos y viviendas y tiene los permisos para empezar la demolición, tras un acuerdo con el Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia. Dice que necesita el carbón para garantizar la seguridad energética de Alemania.
RWE se ha comprometido a cerrar la mina de Garzweiler en 2030. Demasiado tarde, según los activistas, para cumplir el acuerdo de París.
El desalojo de los manifestantes podría empezar el 11 de enero.