La nieve artificial salva la temporada de esquí en Francia con el rechazo de los ecologistas

La estación de Font-Romeu, en los Pirineos franceses, recurre a la nieve artificial para preservar su lucrativa economía basada en actividades invernales, una decisión tomada a pesar del calentamiento global y criticada por los ecologistas en un momento en que el agua empieza a escasear en la región.
Jacques Álvarez, director de la estación de esquí de Font-Romeu, destaca: "Aquí deben saber que el 93% de nuestras pistas están equipadas con nieve artificial. Y este trabajo de producción de nieve, respaldado por verdaderos conocimientos técnicos y mucho trabajo de preparación diario, nos ha permitido ofertar muy rápidamente un amplio espacio esquiable."
Según el ayuntamiento se recaudaron más de 13 millones de euros en cuatro meses pero los ecologistas recuerdan su impacto medioambiental.
Thierry Deschamps, representante de Europe Ecologie Les Verts señala: "Este turismo de masas tiene dos impactos. En primer lugar, tiene un impacto energético: hay que venir a la estación, también hay que buscar alojamiento y calefacción, por lo que tiene un impacto energético relativamente fuerte. Y luego, en las pistas, si baja la nieve natural, hay que fabricar nieve artificial, gracias a una disponibilidad de agua que es la de la presa de Bouillouses, que también está ligada a otros usos del agua".
En el Puerto de Arzelier el hotel está en venta y los telesillas se han parado. La falta de nieve y los elevados costes de mantenimiento obligaron a cerrar la estación de esquí.
Anne Deprez, teniente de alcalde de Chateau-Bernard, apunta: "Nos toca a nosotros asumir el reto y conseguir que se produzca un efecto unificador para que todo el mundo, todas las generaciones, los mayores, los lugareños, pero también los recién llegados en los últimos 5, 10, 15 años, participen en todos estos proyectos para avanzar y, sobre todo, para que la gente que viene de fuera pueda descubrir esta belleza en estado puro."
La estación es una de las 186 que ha cerrado Francia desde la década de los 70. Ahora su objetivo es reinventarse. A pie de pista se prepara la apertura de un taller de bicicletas eléctricas... y las raquetas de nieve o el esquí de travesía han sustituido a los deslizamientos.