Un grupo armado ha ocupado y desalojado al personal de un laboratorio donde se guardan muestras de diversas enfermedades contagiosas, lo que supone un grave riesgo, según la OMS.
Miles de sudaneses están aprovechando la tregua de 72 horas decretada por las dos partes enfrentadas para abandonar las zonas de combate y dirigirse a lugares más seguros.
Sin embargo la tregua no se está respetando plenamente, ya que se produjeron algunos combates esporádicos durante la jornada del martes.
Además de dejar un rastro de destrucción en la capital, un grupo armado ha ocupado y desalojado al personal de un laboratorio donde se guardan muestras de diversas enfermedades contagiosas, lo que supone un grave riesgo, según la OMS.
"Es muy, muy peligroso, porque tenemos aislados de polio, de sarampión y de cólera en el laboratorio. Así que hay un enorme riesgo biológico asociado a la ocupación del Laboratorio Central de Salud Pública en Jartum por una de las partes en lucha", dice el doctor Nima Saeed Abid, representante de la OMS en Sudán.
Según la ONU, la situación podría llevar a unas 270 000 personas en los próximos días a buscar refugio en países vecinos como Chad o Sudán del Sur.
Los combates entre el ejército sudanés y el grupo denominado Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) han dejado unos 460 muertos y más de 4 000 heridos.
"El conflicto puede poner en riesgo a toda la región"
El conflicto puede desestabilizar a toda la región y detonar una gran crisis que se haga notar durante años, advirtió este martes el secretario general de la ONU, António Guterres.
"Contemplar una guerra prolongada y a gran escala es insoportable", dijo Guterres ante el Consejo de Seguridad, reunido para analizar la crisis en el país africano, que dura ya diez días.
Sudán, recordó el portugués, tiene una localización especialmente compleja, con fronteras con siete países que en la última década han sufrido conflictos o serios disturbios civiles y es la puerta de entrada al Sahel, una de las regiones más inestables del mundo y que vive una grave crisis humanitaria.
"La lucha por el poder en Sudán no solo está poniendo el futuro del país en riesgo, está encendiendo una mecha que podría detonar a través de las fronteras, causando un sufrimiento inmenso durante años y haciendo retroceder el desarrollo décadas", recalcó.