El presidente Zelenski insistía en su discurso nocturno en culpar a Rusia de la voladura de la presa de Nueva Kajovka. Ahora se teme la propagación de enfermedades infecciosas por la contaminación del agua.
En el sur de Ucrania, prosigue la evacuación de habitantes de zonas remotas inundadas por el derrumbe de la presa de Nueva Kajovka, a pesar del riesgo de ataques rusos.
77 localidades inundadas
Tres presonas han muerto y otras 23 han resultado heridas por disparos rusos contra los civiles, denuncia Kiev. La mayoría, durante su traslado en botes.
A estas víctimas se suman los siete fallecidos y una treintena de desaparecidos por las inundaciones.
En total, 77 localidades las sufren, catorce de ellas en territorios ocupados por las tropas rusas, según el ministro del Interior ucraniano, que informa de que 162 000 personas continúan sin agua potable.
La denuncia de Zelenski
En su discurso nocturno, el presidente Volodímir Zelenski ha vuelto a acusar a Moscú de volar la presa y de abandonar a la población en las ciudades y pueblos anegados. Respecto al ataque a los evacuados, "hasta los animales tienen moral", ha lamentado.
El nivel del agua de la presa ha descendido significativamente. Se teme ahora la propagación de enfermedades infecciosas por la contaminación. Se ha tragado ya al menos tres cementerios, almacenes de petróleo y vertederos, además de 450 toneladas de aceite de motor, dice Kiev.
Por su parte, el OIEA ha advertido de la discrepancia de dos metros entre diferentes mediciones del nivel del agua del estanque empleado para refrigerar los reactores de la central nuclear de Zaporiyia, y ha pedido acceso a las autoridades rusas que controlan el lugar.