Dadas las numerosas áreas de fricción entre EEUU y China, el objetivo es iniciar un deshielo diplomático y mantener el diálogo.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó a Pekín el domingo. Se trata de la visita de más alto nivel de un diplomático estadounidense en casi cinco años.
Aunque nadie espera grandes avances, dadas las numerosas áreas de fricción, la idea sigue siendo iniciar un deshielo diplomático y mantener el diálogo.
Los principales puntos de discordia son el comercio y la isla de Taiwán, que Pekín no descarta tomar por la fuerza.
La reunión estaba prevista para el pasado mes de febrero, pero se canceló en el último momento cuando un globo chino sobrevoló territorio estadounidense.
El tiempo apremia. El año que viene será año electoral tanto en Estados Unidos como en Taiwán, que China considera una de sus provincias que debe reunificar.