Según UNICEF, 1300 escuelas de Ucrania han sido destruidas desde la invasión rusa; en Járkov aún quedan unas 120 en buen estado, pero ante los constantes bombardeos, las autoridades han optado por instalar aulas subterráneas
Colegios en una estación de metro; la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, a unos 25 kilómetros de la frontera con Rusia, ha tomado esta alternativa ante los constantes bombardeos.
A escasos kilómetros, la guerra continúa.
Yegor Rastorgui, está en el último curso y prepara las pruebas para el acceso a la Universidad, ya tenía ganas de volver a estar codo con codo con sus compañeros.
"Después de dos años estudiando a través de internet, es muy bueno cuando llegas y ves las caras de la gente. Cuando puedes oírlos no a través de los altavoces de tu ordenador, sino con tus propios oídos. En principio, así es mucho más fácil estudiar", declara Yegor Rastorgui.
Hay clases para varios niveles educativos, y en total acogen a unos 400 alumnos en estas aulas improvisadas.
Para Olha Belykh, directora de un centro escolar de Járkov, la experiencia también es positiva.
"Los padres están satisfechos de que los niños puedan estudiar y prepararse para un examen de varias asignaturas. Los padres están contentos. Es importante para los padres y para los niños. La comunicación es muy importante para los niños hoy en día. La socialización es necesaria, porque desde la guerra, los niños no se acostumbraron mucho a trabajar en grupo, en equipo", resalta Olha Belykh.
Según UNICEF 1300 escuelas de Ucrania han sido destruidas desde el inicio de la invasión rusa.
En Járkov quedan unas 120 en buen estado, pero debido a los constantes bombardeos en la región, las autoridades decidieron ir a lo seguro e instalar decenas de aulas en, al menos, cinco estaciones de metro.