En total, la ONU contabiliza casi 10 000 civiles muertos durante la invasión rusa a gran escala, y se espera que la cifra real sea mucho mayor.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU (OACDH) contabiliza más de 4600 nuevas víctimas civiles de la invasión rusa a Ucrania desde el 1 de febrero hasta el 31 de julio.
Esta cifra incluye 1028 personas muertas, la mayoría de ellas durante el ataque a los territorios controlados por Kiev. La OACDH culpa a Rusia de torturas y una inhumanidad sistemática en las regiones ocupadas.
"Los testimonios de los supervivientes describen una crueldad difícil de imaginar, incluidos relatos aterradores de descargas eléctricas, violencia sexual y fuertes palizas, que en algunos casos provocaron la rotura de huesos y el destrozo de dientes. También se obligó a innumerables detenidos a alabar a la Federación Rusa, a aprender y cantar canciones rusas, y sufrieron fuertes palizas por no hacerlo o por hablar ucraniano. Persistieron las terribles condiciones de detención, incluida la escasez de alimentos y medicinas, las malas condiciones de vida y la privación de sueño", declaró Nada Al-Nashif , la alta comisionada adjunta de la ONU para los Derechos Humanos.
En total, la ONU contabiliza casi 10 000 civiles muertos durante la invasión rusa a gran escala. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos afirma que sólo documenta las víctimas confirmadas y que se espera que el número real de víctimas sea mucho mayor.
A la OACDH también le preocupa la asimilación forzosa en los territorios ocupados, especialmente desde que Rusia empezó a distribuir sus pasaportes entre la población local. La oficina culpa a Moscú de una campaña agresiva que agrava los riesgos de detenciones arbitrarias y persecución para quienes se resistan.