Los resultados de las primarias republicanas en Iowa confirman el fuerte control que mantiene el expresidente Donald Trump sobre el Partido Republicano y sus votantes.
La victoria de Donald Trump en las primarias republicanas de Iowa confirma el fuerte control que el expresidente estadounidense mantiene sobre el Partido Republicano y sus votantes.
Trump ganó las primarias, también conocidas como los 'caucus', del estado de Iowa con el 51% de los votos, mientras sus rivales competían por el segundo puesto. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, obtuvo el 21% de los votos, mientras la ex embajadora ante la ONU, Nikki Haley, logró el 19% de los votos.
La victoria de Trump manda un mensaje contundente: que la nominación presidencial del Partido Republicano probablemente será suya, aunque todavía queda mucho camino por delante hasta la Convención Nacional Republicana de Milwaukee (Wisconsin), donde se elegirá formalmente el candidato del partido que se presentará a las elecciones presidenciales el próximo 5 de noviembre.
Varios juicios pendientes
Sin embargo, varios asuntos pendientes con la Justicia podrían poner en jaque la elección de Trump. Le esperan varios juicios en los que se le ha acusado de conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para cometer falsificación, declaraciones y escritos falsos, entre otros.
Además, Trump y sus abogados siguen pendientes de su juicio civil por fraude fiscal en Nueva York, cuyo fallo se espera para el próximo 31 de enero.
Sin embargo, los cargos no impidieron que los apasionados partidarios de Trump le dieran el impulso para seguir adelante y ganar las primarias de Iowa, así como luchar por los próximos 'caucus' del estado de New Hampshire, que arranca la semana que viene.
En su discurso de victoria tras las primarias de Iowa, el expresidente prometió resolver la guerra en Ucrania, la guerra en Gaza también, y sorprendentemente, trabajar con los demócratas si es elegido nuevamente.