Los manifestantes están insatisfechos con la "inacción" del Gobierno regional de Galicia, que esperó más de 20 días para activar el nivel 2 de emergencia tras la caída al mar de cientos de miles de 'pellets' de plástico.
Miles de personas protestaron el domingo en Santiago de Compostela contra la gestión del Gobierno regional de Galicia (la Xunta) de la crisis de los 'pellets' de plástico que cayeron del carguero holandés 'Toconao' y que están llegando desde hace semanas a las costas de Galicia y el Cantábrico.
Cientos de miles de pequeñas bolas blancas han sido arrastradas a tierra en el norte de España desde que se produjo el incidente el pasado 8 de diciembre, lo que ha provocado una crisis medioambiental en las costas gallegas.
Los manifestantes están insatisfechos con la "inacción" del Gobierno gallego, liderado por el Partido Popular, que esperó más de 20 días hasta que declaró el estado 2 de emergencia, que le permite pedir más ayuda al Gobierno central para gestionar la crisis.
Entre los manifestantes el domingo se encontraban los principales candidatos de la oposición en las elecciones regionales de Galicia (el Partido Socialista, Podemos y el Bloque Nacionalista Gallego BNG), que tendrán lugar el próximo 18 de febrero.
Emergencia medioambiental
Las autoridades gallegas activaron el nivel 2 de emergencia el 9 de enero y, junto con las de Asturias, su región vecina que también se ha visto afectada por la crisis, pidieron ayuda al Gobierno central, liderado por los socialistas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se sumó a las críticas de la Xunta este fin de semana y acusó al Ejecutivo regional de ser un gobierno "instalado en la desidia, en la mentira y en la mala gestión".
"Cuando hay una crisis, los gobernantes lo que tenemos que hacer es ponernos al frente de esas crisis, ejercer el liderazgo y lo que hemos escuchado la Xunta decir es que las playas son competencia de los ayuntamientos, y el mar del Gobierno de España", apuntó durante la Convención Nacional del PSOE en A Coruña.
La Fiscalía española ha abierto una investigación sobre la crisismedioambiental, con el temor de que los 'pellets' tengan propiedades tóxicas que podrían poner en peligro la seguridad alimentaria.