La madre ya había sido declarada culpable por el mismo delito en febrero. James y Jennifer Crumbley son los primeros padres estadounidenses condenados por ser responsables de un tiroteo masivo perpetrado por su hijo.
Su hijo, Ethan Crumbley, sacó un arma de casa y mató a tiros a cuatro compañeros del centro de enseñanza media en 2021 cuando tenía 15 años. Dejó heridos a otros siete alumnos y a un profesor del centro.
Los fiscales demostraron que el arma no estaba guardada con seguridad en la casa familiar. El atacante, que ahora tiene 17 años, cumple cadena perpetua por asesinato y terrorismo.
Un mal endémico en Estados Unidos
Es un mal endémico. Cada mes, Estados Unidos está plagado de nuevos tiroteos, en los que víctimas inocentes han sido acribilladas por las balas disparadas por un asesino motivado por teorías racistas o por un profundo nihilismo.
El término "tiroteo masivo" ha llegado a utilizarse para describir una matanza que se salda con cuatro o más víctimas, muertas o heridas. Desde principios de 2022, se han producido casi 250 tiroteos masivos en Estados Unidos. En seis meses, 240 personas han muerto y más de 900 han resultado heridas, según los datos recopilados por el Gun Violence Archive.