En un acto conmemorativo, el presidente de Letonia ha dicho que "solo se puede derrotar al mal y hay que combatirlo".
Los países bálticos conmemoran el 75º aniversario de las deportaciones masivas soviéticas a Siberia. Los letones aún recuerdan aquel acto de crueldad por parte de la Unión Soviética.
En un solo día, 42.000 personas fueron deportadas a Siberia en vagones de ganado. Bebés recién nacidos, niños pequeños y ancianos. Muchos de ellos nunca volvieron su país.
El testimonio de las víctimas
"Mi hermano pequeño tenía tan solo 8 meses, estaba enfermo de neumonía, pero sobrevivió a pesar de que su mamá y su papá fueron deportados", recuerda Gita Baumane, persona reprimida una de las víctimas.
El presidente del país,Edgars Rinkēvičs, ha tenido palabras para las víctimas de aquellas deportaciones. "Hoy nos decimos muy claramente a nosotros mismos y al mundo que no se puede estar de acuerdo con el mal", ha dicho.
"No se puede negociar con el mal y no se puede hacer la paz con el mal. Solo se puede derrotar al mal y hay que combatirlo", ha afirmado Rinkēvičs en un momento clave, también, para la relación de su país con Rusia.
Estonia también recuerda la ola de deportaciones que duró cuatro días, el acto más inhumano contra los estonios por parte de la Unión Soviética. 20.700 personas fueron detenidas y metidas en vagones de ganado con destino a Siberia. Casi el 80% eran mujeres y niños.