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Elecciones europeas: ¿Las cuestiones nacionales eclipsarán las europeas?

Parlamento Europeo
Parlamento Europeo Derechos de autor Jean-Francois Badias /AP
Derechos de autor Jean-Francois Badias /AP
Por Amandine Hess
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¿Tendrán los votantes realmente en mente la UE cuando depositen su papeleta en las urnas de las elecciones europeas? ¿Los electores en las elecciones europeas votarán por motivos nacionales o europeos?

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En Francia, Jordan Bardella, presidente del partido ultraderechista Agrupación Nacional, calificó las elecciones europeas como "de medio mandato" y pidió castigar a lo que llama "la Europa de Macron".

"Si estoy a la cabeza, obviamente pediré la disolución de la Asamblea Nacional esa misma noche", afirma incluso Jordan Bardella en una entrevista con 'RTL'. Una ilusión, porque solo el Presidente de la República puede tomar esta decisión según la Constitución francesa.

"Sí, las elecciones europeas de 2024 preparan las elecciones presidenciales de 2027", declara Jean-Luc Mélenchon, candidato a las elecciones europeas por un puesto no elegible en la lista de Francia Insumisa.

Éric Maurice, analista del Centro de Política Europea, señala que, en Francia, "esta es la única elección importante antes de las próximas elecciones presidenciales en 2027. Es una votación por lista nacional, por lo que la tentación de nacionalizar el voto es fuerte”.

“Elecciones nacionales de segunda categoría”

Un año después de las primeras elecciones europeas en 1979, los investigadores Karlheinz Reif y Hermann Schmitt describieron la votación como “elecciones nacionales de segundo orden”. Percibidas como de poca importancia, permitirían a las fuerzas políticas medir su popularidad a nivel nacional, especialmente si tienen lugar a mitad del mandato presidencial. 

Además, los investigadores describen las elecciones europeas como "nacionales" porque están organizadas a nivel nacional, de acuerdo con reglas nacionales y enfrentando a candidatos nacionales en cuestiones nacionales. De hecho, el método de votación, el día de la votación y la edad legal para votar o ser elegido difieren de un Estado miembro a otro.

Sin embargo, varios estudios observan el surgimiento de actitudes europeas en las elecciones a la Eurocámara. Céline Belot y Virginie Van Ingelgom hablan de una inclinación hacia posiciones europeas durante las elecciones al Parlamento Europeo de 2014.

Pascal Perrineau, profesor universitario emérito de Sciences Po Paris, dice por su parte que, por el momento, "las tendencias hacia la europeización son leves. Lo fueron un poco durante las últimas elecciones europeas de 2019, donde hubo un aumento de la participación. Teníamos la impresión de que más europeos estaban interesados ​​en las elecciones europeas y en el poder que ejercía el Parlamento Europeo".

Compras conjuntas de equipos médicos y vacunas durante la pandemia de Covid-19, adopción de sanciones contra Moscú tras la invasión rusa a gran escala de Ucrania... Las crisis recientes han puesto a la Unión Europea, o al menos a la acción a nivel europeo, en primer plano.

Pero, ¿es suficiente para resaltar las cuestiones europeas durante las elecciones del próximo junio? Según el analista, nada es menos seguro, porque la acción de las instituciones europeas sigue siendo poco conocida para el público general.

Elecciones nacionales

Este año, las cuestiones europeas también podrían verse eclipsadas por las cuestiones nacionales en las elecciones europeas, mientras que la atención de muchos países queda monopolizada por otros votos. De hecho, en 2024 se organizarán una decena de elecciones nacionales en la Unión Europea. En Bélgica, las elecciones federales y regionales se celebran el mismo día que los comicios europeos, el 9 de junio. En 2024 se celebrarán elecciones presidenciales en Finlandia, Eslovaquia, Lituania y Rumanía, mientras que en Portugal, Austria y Croacia se convocará a las urnas para las elecciones legislativas.

Las elecciones europeas también podrían ser una oportunidad para que los partidos gobernantes y de oposición midan su popularidad en previsión de futuras elecciones. En España hubo elecciones el año pasado. Sabemos que el Gobierno es bastante controvertido, especialmente por su alianza con los nacionalistas catalanes. Las elecciones europeas también suponen una prueba para el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

En Polonia, las elecciones parlamentarias de octubre provocaron un cambio de poder tras la derrota del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) y la victoria de la Coalición Cívica liderada por Donald Tusk. "Para el partido Ley y Justicia, que fue derrotado en otoño, es también una oportunidad de recuperar el rumbo a escala nacional", considera Eric Maurice.

El mismo análisis se aplica en la República Checa, donde el partido del ex primer ministro Andrej Babis, que perdió las últimas elecciones presidenciales, lidera las elecciones europeas, según algunas encuestas. "Para él, también es la perspectiva de volver al poder, tal vez durante las próximas elecciones presidenciales", analiza Eric Maurice.

Prevalecen las preocupaciones nacionales

Pascal Perrineau, profesor emérito de Sciences Po Paris, añade que es "más probable que los electores voten por razones nacionales, económicas y sociales, como el aumento de los costes energéticos y los problemas de inflación, que sobre temas europeos, ya sean instituciones europeas, políticas europeas e incluso la guerra en Ucrania.

En Francia, las cuestiones nacionales superan a las europeas para la mitad de los encuestados, según una encuesta de Ipsos realizada para 'Le Monde', Cevipof, la Fundación Jean Jaurès y el Instituto Montaigne.

El 53% de los franceses encuestados respondieron que tendrían en cuenta "sobre todo las propuestas de los partidos sobre cuestiones nacionales" para determinar su elección de voto, y el 47% sobre las cuestiones europeas. Además, el 52% de los franceses encuestados afirma que "votarán sobre todo para demostrar su apoyo o su oposición al Presidente de la República o a su Gobierno".

Según el estudio, la europeización de las preocupaciones está socialmente dividida

"En ciertos círculos, pienso en particular en los trabajadores de cuello blanco, los ejecutivos, los activos menores de 50 años, existe la conciencia de que Europa es más que una cosa lejana en Bruselas o en Estrasburgo", explica Pascal Perrineau, que ha contribuido a este estudio. Por otra parte, en determinados entornos más alejados de Europa, "pienso en los trabajadores, los asalariados, los desempleados (...) hay una preocupación nacional quea menudo se antepone a la europea".

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Por el contrario, las cuestiones europeas, como la inmigración, la política agrícola común o el apoyo a Ucrania, también figuran en las elecciones nacionales. Además, las cuestiones nacionales y europeas están tan entrelazadas que a veces resulta difícil separarlas.

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