La presencia de Van de Velde en París ha atraído una atención negativa sobre los juegos de voley playa de 2024. Defensores de las víctimas de violación y algunos funcionarios olímpicos han dicho que debería haberse quedado en casa.
Steven Van de Velde, el jugador holandés de voley playa que fue condenado en 2016 por mantener relaciones sexuales con una niña de 12 años en Inglaterra, debutará el domingo en unos Juegos Olímpicos cuando él y su compañero Matthew Immers se enfrenten a Italia sobre la arena del estadio de la Torre Eiffel. Tras ser recibidos entre pitidos, perdieron 2-1 frente al equipo italiano.
"Si un atleta o un miembro del personal tuviera esa condena, no se le permitiría ser miembro de nuestro equipo", dijo esta semana la jefa de la delegación australiana, Anna Meares. "Tenemos varios atletas menores de 18 años y menores de 16, por lo que esas políticas están bien aplicadas para salvaguardar a nuestro equipo".
Van de Velde, de 29 años, fue condenado a cuatro años de cárcel por violar a una chica a la que, al parecer, conoció por Internet, él tenía entonces 19 años y ella 12 años. Cumplió 13 meses de prisión.
Tras su liberación, el comité olímpico neerlandés dijo que Van de Velde cumplía las condiciones para volver a competir después de una condena y reanudó su carrera en 2017 "después de un intenso proceso supervisado profesionalmente."
La Federación Internacional de Voleibol dijo que no podía hacer nada para evitar que Holanda enviara a Van de Velde a París después de que se clasificara de la manera habitual.
Van de Velde, que no se aloja en la villa de los atletas y no ha estado disponible para los medios de comunicación, dijo que el incidente fue "el mayor error de mi vida".
"Entiendo que en vísperas del mayor acontecimiento deportivo del mundo, esto pueda atraer la atención de los medios de comunicación internacionales", dijo en un comunicado publicado en la página web de la Federación Holandesa de Voleibol. "No puedo dar marcha atrás, así que tendré que asumir las consecuencias".