Se espera que el presidente brasileño permanezca en São Paulo hasta el jueves y luego regrese a Brasilia. Lula habló para decir que está "entero" y listo para dirigir el país.
Tras ser operado de urgencia en la madrugada del pasado martes 10 de diciembre, Lula da Silva recibió el alta hospitalaria este domingo. El equipo médico del presidente brasileño destacó su rápida recuperación, ya que no se esperaba que recibiera el alta hasta principios de la próxima semana.
"Debido a la condición, debido a la recuperación de nuestro paciente, que fue extremadamente por encima de las expectativas, entonces, para felicidad mía y de todo nuestro equipo, el presidente ha sido dado de alta del hospital", dijo la doctora Ana Helena Germoglio en rueda de prensa.
El propio presidente de Brasil habló en el acto de su salida del hospital. "Estoy entero (...) Me voy a casa", dijo Lula, garantizando que "está vivo, entero y con más ganas de trabajar".
Lula da Silva fue operado de urgencia para drenar un hematoma en la cabeza, que apareció tras una caída que sufrió en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, el pasado octubre.
"Me sentía más ligero de pies, tenía los ojos rojos y mucho sueño. Cuando fui al médico a las seis de la tarde, vieron el TAC y se asustaron. Me pidieron que viniera urgentemente a São Paulo", explicó el presidente brasileño, que confirmó que le asustó todo el procedimiento. "Estaba asustado por el volumen de líquido en mi cabeza", dijo Lula.
El jueves por la mañana, el presidente brasileño fue sometido a una embolización, un procedimiento complementario al primero, realizado con el fin de prevenir futuras hemorragias intracraneales.
A pesar del alta temprana, se espera que Lula permanezca en São Paulo hasta el jueves, cuando se realizará un nuevo TAC para evaluar el estado clínico del político de 79 años.
Entonces, Lula podrá regresar a Brasilia, con prescripción de reposo relativo durante unos 15 días, tras los cuales podrá retomar su rutina de trabajo. El cardiólogo Roberto Kalil subrayó, sin embargo, que el presidente deberá tener cuidado durante el próximo mes. "Tendrá algunas restricciones en los próximos 30 días, como la actividad física y los viajes internacionales", dijo.
A lo largo de su hospitalización, el presidente brasileño ha mantenido a Brasil y al mundo al corriente de su estado de salud, con varias publicaciones en las redes sociales, sobre todo desde el hospital.
La última visita de Lula al hospital se produjo tras una caída. El líder brasileño sufrió una caída en su casa a finales de octubre, en la que sufrió una pequeña hemorragia cerebral y un traumatismo craneoencefálico que requirió puntos de sutura.