Actualmente, los productos cárnicos y lácteos húngaros de exportación son la mayor amenaza para los agricultores rumanos. Mientras tanto, el ministro de Agricultura anunció el sábado que la emergencia en Hungría ha terminado.
Rumanía también está preparada para la propagación de la epidemia de fiebre aftosa. El equipo de crisis del Gobierno de Bucarest ha decidido aumentar las pruebas a los animales de granja, reforzar los controles fronterizos y restringir las importaciones de productos animales.
Por ejemplo, no sólo la carne o la leche, sino incluso el estiércol de los países afectados por la epidemia, incluida Hungría, no pueden importarse a Rumanía. Las granjas que hayan comprado productos húngaros desde el 1 de febrero serán objeto de controles específicos. Un criador de vacas de Brasov declaró que desinfecta a todas las personas y vehículos cuando entra en su granja.
El presidente de la Asociación de Criadores de Vacas declaró que la mayor amenaza procede ahora de Hungría, y acogió con satisfacción el despliegue de equipos veterinarios en la frontera común por parte del Gobierno rumano.
La emergencia en Hungría ha terminado
La lucha contra el virus de la fiebre aftosa en las explotaciones infectadas ha terminado, pero el control debe continuar, declaró el ministro de Agricultura en una rueda de prensa en Budapest tras una reunión del Comité Directivo de Sanidad Animal celebrada el sábado. István Nagy afirmó que hasta ahora se ha detenido la propagación de la fiebre aftosa y no hay nuevos brotes en Hungría. La primera fase de la lucha contra el virus ha concluido.
El ministro de Agricultura dijo que las últimas muestras habían sido todas negativas, pero como el virus puede permanecer latente durante 14 días, sigue siendo importante tomar precauciones.
Prometió que el Gobierno indemnizaría a los ganaderos, ayudaría a reanudar las explotaciones y el Estado se haría cargo de los salarios de los trabajadores con cargo al fondo estatal de garantía salarial, y que se concedería a las explotaciones una moratoria crediticia de un año.
El Inspector General Veterinario Nacional anunció que la Autoridad de Sanidad Animal continuará su trabajo y que se mantendrán el cierre de las explotaciones afectadas y las medidas restrictivas.
Szabolcs Pásztor insistió en la necesidad de evitar que los animales de las granjas entren en contacto con la fauna salvaje, lo que incluye el vallado de las mismas. La autoridad está reforzando los controles en todo el país, con graves sanciones para quienes incumplan las normas.