Al menos 51 palestinos murieron y más de 200 resultaron heridos en Gaza tras un ataque aéreo israelí y disparos en Jan Yunis mientras esperaban ayuda humanitaria.
Al menos 51 palestinos murieron y más de 200 resultaron heridos en Gaza mientras esperaban un envío de ayuda a la Franja, según informaron el martes hospitales y trabajadores sanitarios locales. El incidente se produjo cuando el Ejército israelí llevó a cabo un ataque aéreo contra una vivienda cercana antes de abrir fuego contra un grupo de personas en la ciudad meridional de Jan Yunis, según los informes.
Según el Ejército israelí, los soldados habían observado al grupo junto a un camión de ayuda que estaba varado en Jan Yunis, cerca de la zona donde las fuerzas de las FDI estaban llevando a cabo operaciones. "Hay informes de varias bajas por disparos de las FDI cuando la multitud se acercaba. Se están investigando los detalles", informó el Ejército.
El tiroteo no parecía estar relacionado con la red de distribución de ayuda humanitaria apoyada por Israel y Estados Unidos, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), que comenzó a operar el mes pasado y cuya labor se ha visto empañada por la polémica y la violencia.
Las fuerzas israelíes han sido acusadas en repetidas ocasiones de abrir fuego contra multitudes que intentaban llegar a los puntos de distribución de alimentos gestionados por la GHF, causando decenas de muertos y centenares de heridos, según las organizaciones internacionales. En esos casos, el Ejército israelí ha reconocido haber efectuado disparos de advertencia contra personas que, según él, se habían acercado sospechosamente a sus fuerzas.
Crece la desesperación por el sistema de ayuda
Israel afirma que el nuevo sistema gestionado por el contratista privado GHF está diseñado para impedir que Hamás desvíe la ayuda para financiar sus actividades militantes.
Las agencias de la ONU y los principales grupos de ayuda niegan que exista un desvío importante de la ayuda y han rechazado el nuevo sistema, afirmando que no puede satisfacer las crecientes necesidades de Gaza y que viola los principios humanitarios al permitir a Israel controlar quién tiene acceso a la ayuda.
Los expertos llevan meses advirtiendo de la inminencia de una hambruna en gran parte del territorio, donde viven unos dos millones de palestinos. La red gestionada por la ONU ha entregado ayuda a Gaza durante los 20 meses de guerra entre Israel y Hamás, pero se ha enfrentado a importantes obstáculos desde que Israel relajó el bloqueo total que había impuesto desde principios de marzo hasta mediados de mayo.
Funcionarios de la ONU afirman que las restricciones militares israelíes, el colapso de la ley y el orden y los saqueos generalizados dificultan la entrega de la ayuda que Israel ha permitido entrar.