Los últimos cinco miembros de la flotilla española retenidos en Israel ya viajan de regreso, incluida la activista Reyes Rigo, que alcanzó un acuerdo con la Fiscalía israelí tras ser acusada de agredir a una funcionaria de prisión. Con esta operación concluye la repatriación.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han confirmado que los últimos cinco miembros de la flotilla española ya se encuentran camino de España. Entre ellos viaja Reyes Rigo, la activista mallorquina que permaneció detenida tras ser acusada de morder en una mano a un soldado israelí durante su arresto.
El Ministerio dirigido por José Manuel Albares ha destacado el trabajo coordinado entre los servicios centrales del departamento, la Embajada española y el consulado en Tel Aviv. Según las mismas fuentes, "han realizado un extraordinario trabajo" que ha permitido gestionar con éxito esta nueva operación de retorno, al igual que las anteriores. Con esta última repatriación, ya no quedan españoles de la flotilla retenidos en territorio israelí.
Acuerdo judicial para poner fin a la detención de Rigo
La resolución del caso de Reyes Rigo llegó ayer tras alcanzar un pacto con la Fiscalía israelí que permitió su deportación a España y el cierre del proceso judicial abierto en su contra. Según informó su abogado, Hail Abu Gharrah, al medio ynews, el acuerdo contemplaba que Rigo se declarase culpable de un cargo modificado en el marco de una conformidad.
A cambio, el Estado israelí dio por cumplidos los días de detención, impuso una multa de 10.000 séqueles (aproximadamente 2.500 euros) y procedió a su deportación. La defensa calificó el pacto como "una salida negociada" después de días de tensión y denuncias sobre el trato recibido en prisión.
Tensión judicial y cambios de prisión
El caso de Rigo generó especial preocupación durante su tramitación judicial. En la primera audiencia, celebrada el pasado miércoles, el tribunal decidió prorrogar tres días más su detención, una decisión que causó alarma entre sus allegados y colectivos de apoyo. Al entrar en la sala, la activista manifestó sentirse amenazada y muy vulnerable dentro de la prisión. Tanto los abogados como los ciudadanos presentes expresaron su indignación por la asignación de un abogado estatal y un intérprete costeados por Israel.
Durante la jornada de ayer, el ministro Albares comunicó que Rigo había sido trasladada a otra prisión donde se encontraban los ocho españoles retenidos en la segunda flotilla. La activista fue detenida durante la intercepción de la primera flotilla, y la Policía israelí presentó cargos por agresión solicitando prisión preventiva.
Según los agentes, la funcionaria de la prisión de Ketziot sufrió "lesiones graves". Tras el incidente, la Policía de Israel anunció que tomaría "medidas enérgicas contra cualquier intento de dañar símbolos gubernamentales y a funcionarios públicos".