Tras décadas sin un título mundial, Grecia vuelve a brillar en la lucha libre gracias a George Kouyoumtsidis, primer campeón del mundo heleno en la disciplina. A los 24 años, el luchador de Tesalónica deja atrás la decepción olímpica y pone la mirada en Los Ángeles 2028.
En Grecia, la lucha libre fue conocida durante décadas como "el deporte de los campeones olímpicos", ya que desde finales de los años 60 hasta finales de los 80 fue la principal fuente de medallas olímpicas para el país. Durante ese periodo dorado, destacaron el oro de Stelios Migiakis en Moscú 1980; la plata y el bronce de Petros Galaktopoulos en Múnich 1972 y México 1968, respectivamente; la plata de Dimitris Thanopoulos en Los Ángeles 1984; así como los bronces de George Hadjioannidis en Moscú 1980 y de Bampi Cholidis en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988.
No obstante, incluso en esos 20 años gloriosos, como señaló acertadamente Kostas Thanos, secretario general de la Federación Helénica de Lucha y cuarto en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, Grecia nunca había conseguido un título mundial en este deporte tan profundamente ligado a su historia, uno de los pilares de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad.
Esa "maldición", sin embargo, se rompió recientemente. A mediados de septiembre, en los Campeonatos del Mundo de Zagreb, George Kouyoumtsidis conquistó la medalla de oro en la categoría de 79 kg estilo libre, marcando un nuevo capítulo en la historia de la lucha griega.
Con sucesivas victorias, venciendo en la final al estadounidense Levi David Haynes por 3-2, subió al escalón más alto del podio mundial. En su honor, sonó el himno nacional griego en la capital croata.
Pocos días después de su triunfo, el campeón, nacido y criado en Stavroupoli (Tesalónica), visitó por primera vez el recinto sagrado de la antigua Olimpia, donde 'Euronews' estuvo presente para inmortalizar el momento.
"Estoy encantado de estar en la Antigua Olimpia, el lugar donde realmente nació mi deporte. Estoy muy feliz, además, por algo que descubrí más tarde: soy el primer campeón mundial griego", declaró Kouyoumtsidis ante las cámaras de 'Euronews', desde el recinto de la Academia Olímpica Internacional, a escasos metros del antiguo estadio olímpico. "El paisaje aquí es precioso", añadió, refiriéndose a la emblemática sede de los primeros Juegos Olímpicos.
En aquel mismo lugar, la cuna del olimpismo, Kouyoumtsidis fue galardonado por la Asociación Panhelénica de Prensa Deportiva, en reconocimiento a su reciente éxito y a su destacada trayectoria atlética. La distinción se entregó en el marco del 12º Congreso Internacional del Deporte, celebrado en las instalaciones de la Academia Olímpica Internacional.
"El año pasado me planteé seriamente dejarlo"
Aunque hoy tiene solo 24 años, George Kouyoumtsidis estuvo a punto de abandonar la lucha libre hace apenas un año, tras no lograr brillar en su gran objetivo: los Juegos Olímpicos. Llegó a París con un impresionante palmarés, tres oros consecutivos en el Campeonato de Europa Juvenil y otro en el Campeonato de Europa Sénior, decidido a colgarse una medalla olímpica. Pero esa ambición le jugó en contra: la presión fue enorme y, finalmente, quedó eliminado en su primera lucha, una derrota que lo dejó profundamente decepcionado.
"Después de los Juegos Olímpicos estaba muy decaído mentalmente. Me sentaba solo y pensaba que ya no tenía nada más que mejorar físicamente. Me afectó mucho", confesó Kouyoumtsidis a 'Euronews'. "Luego me di cuenta de que mi error estaba en el enfoque psicológico que tenía hacia el deporte y la competición. Lo cambié. Logré modificar mi manera de pensar y empecé a disfrutar de lo que hago. Creo que ese fue el punto clave que transformó mi mentalidad, y así he conseguido destacar este año, apenas un año después".
Con honestidad, añade: "Tuve pensamientos de abandonar, pero conseguí levantarme".
"Vi la derrota como una desgracia, no como un fracaso"
El joven campeón explica cómo logró revertir su estado anímico: "Me apoyé mucho en mi familia, pero también en mí mismo y en personas a las que respeto y considero mis mentores. Ellos me ayudaron, hablaron conmigo y, en esencia, me devolvieron al deporte. Aprendí a ver mi derrota no como un fracaso, sino como una simple desgracia, un momento que no me correspondía. Así quiero mirar ahora los Juegos Olímpicos de París: no como un fracaso, sino como una oportunidad interrumpida".
"Me convencí de que debía quedarme solo con lo positivo de esa experiencia, aprender de mis errores. Este año he trabajado muy duro, tanto mental como físicamente, y eso me ha permitido alcanzar una forma excelente y conquistar esta medalla de oro mundial".
El gran objetivo: Los Ángeles 2028
El próximo gran reto para George Kouyoumtsidis tiene nombre y fecha: Los Ángeles 2028. ¿Cuál será la clave de su éxito allí? "Como en los próximos tres años habrá muchos campeonatos mundiales, ganaré experiencia y llegaré a los Juegos Olímpicos con una mentalidad diferente. Quiero afrontarlos como si fueran competiciones normales, como los Juegos Panhelénicos, sin nervios. Si consigo eso, podré disfrutar de cada momento y de toda mi presencia allí. Será una experiencia inolvidable. Y si algo sale mal, si pierdo, no me lo tomaré tan a pecho como el año pasado en París", explicó el campeón.
"Creo que ese será mi enfoque principal: prepararme sobre todo en el plano psicológico durante los próximos tres años. Físicamente, ya estoy en muy buena forma, y seguiré entrenando duro, pero sé que debo estar también mentalmente en excelentes condiciones". Con una sonrisa, añade: "Deséenme salud… lo demás déjenmelo a mí".
Además de su carrera deportiva, el luchador de 24 años continúa sus estudios en la Universidad Aristóteles de Tesalónica. "El año pasado tuve que dejar un poco de lado los estudios, pero no me rindo. Sé que practico un deporte exigente y solitario, pero vale la pena. Los momentos de victoria, los gritos, el público animando… son recuerdos que quedan grabados para siempre. Los sacrificios son necesarios, pero cuando se ven recompensados, no hay mejor sensación".
Concluye la entrevista con un mensaje a todos los griegos. "Gracias por los mensajes de apoyo que recibo en las redes sociales. Me dan una motivación importante para continuar con lo que hago. Todo lo que hago lo hago por mi familia, por mi país, por mi patria, por lo más importante en mi vida ahora mismo. Lo estoy intentando y creo que voy a hacer que os sintáis orgullosos en Los Ángeles. Ustedes lo único que pueden desearme es que tenga buena salud, nada más, lo demás déjenmelo a mí y espero poder hacerlo".