En el atraco del 19 de octubre, los ladrones tardaron menos de ocho minutos en forzar una ventana con la ayuda de un montacargas y robar joyas por valor de 88 millones de euros.
El director del Museo del Louvre anunció el miércoles que pronto se instalarán nuevas cámaras de vigilancia y sistemas antiintrusión en el emblemático museo parisino tras el audaz robo de las joyas de la corona el mes pasado. Un centenar de nuevas cámaras estarán en funcionamiento a finales del año que viene, mientras que los sistemas antiintrusión empezarán a instalarse dentro de dos semanas, declaró la directora del museo, Laurence des Cars.
Describió los sistemas como equipos que impedirán a los intrusos acercarse a los edificios del museo, pero no ofreció detalles concretos. Las nuevas cámaras de vigilancia tratarán de garantizar "una protección completa de los alrededores del museo", dijo. "Tras la conmoción, tras la emoción, tras la evaluación, ha llegado el momento de actuar" en el museo más visitado del mundo, declaró des Cars ante la Comisión de Asuntos Culturales de la Asamblea Nacional.
Dijo que era parte de más de 20 medidas de emergencia que se aplicarán, que también incluyen la creación de un puesto de "coordinador de seguridad" en el museo.
El día del atraco, el 19 de octubre, los ladrones tardaron menos de ocho minutos en forzar una ventana de la Galería Apolo con la ayuda de un montacargas y robar el tesoro de joyas, valorado en 88 millones de euros.
Des Cars desveló algunos detalles nuevos sobre la brecha de seguridad, diciendo que las herramientas eléctricas utilizadas por los ladrones para cortar las vitrinas eran cortadoras de disco destinadas al hormigón. "Es un método que no se había imaginado en absoluto" cuando se sustituyeron las vitrinas de la Galería Apolo en 2019, dijo.
En ese momento, habían sido diseñadas principalmente para contrarrestar un ataque desde el interior del museo con armas, agregó. Las grabaciones de las cámaras del museo muestran que durante el robo, las vitrinas "resistieron notablemente bien y no se rompieron", dijo. "Los vídeos muestran lo difícil que fue para los ladrones".
Des Cars subrayó que la mejora de la seguridad es una prioridad del plan "Nuevo Renacimiento del Louvre", de una década de duración, puesto en marcha a principios de este año, con un coste estimado de hasta 800 millones de euros, para modernizar las infraestructuras, aliviar el hacinamiento y dotar a la Gioconda de una galería específica para 2031.
Como el Louvre se desmorona bajo el peso del turismo de masas, des Cars ha limitado en los últimos años el número diario de visitantes a 30.000 personas. La famosa pirámide de cristal, inaugurada en 1989, debía acoger a unos 4 millones de visitantes al año, recuerda. Este año, ya han visitado el Louvre más de 8 millones de personas.
"La amplia modernización a la que se sometió el Louvre en la década de 1980 está ahora técnicamente obsoleta, con equipos que llevan 40 años rindiendo por encima de sus posibilidades", explicó. El lunes, el Louvre anunció el cierre temporal de algunas oficinas de empleados y de una galería pública por su fragilidad estructural.