El ministro de Exteriores español hace un llamamiento a la calma ante la posible e inminente invasión terrestre por parte de Estados Unidos en la nación latinoamericana y destaca los "lazos fraternales" entre España y Venezuela.
El Gobierno de España observa con preocupación la deriva bélica a la que se asoma Venezuela, después de que Donald Trump expresase anoche, martes, que acabarían "con esos hijos de perra", confirmando sus intenciones de realizar una invasión terrestre a la nación más rica en petróleo del mundo, salvo giro de guion.
Hasta 141.689 personas con nacionalidad española estaban registradas como residentes en Venezuela, según el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) del INE, a fecha de 1 de enero de 2025; algo que ha verbalizado el ministro español de Asuntos Exteriores durante una cumbre celebrada esta mañana en Bruselas. José Manuel Albares ha señalado así mismo la presencia histórica de ciudadanos venezolanos tanto en territorio peninsular como en Canarias.
"Los lazos que tenemos son fraternales. Cuando pienso en Venezuela, al igual que con el resto de los pueblos hermanos de América Latina, pienso en nuestros hermanos, y quiero para ellos exactamente lo mismo que quiero para el pueblo español", ha expresado Albares a su llegada a la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN.
"La crisis de Venezuela se tiene que resolver por medios pacíficos,una solución democrática y ante todo dialogada y genuinamente venezolana. No van a encontrar nunca a España atizando ningún fuego con respecto a un país hermano latinoamericano, sea cual sea", ha añadido el ministro socialista.
En una entrevista del pasado 28 de agosto en 'Fox News', la líder opositora venezola en paradero desconocido, María Corina Machado, alentó a un golpe militar en su país: "Hay fracturas [en el Ejército venezolano]; muy pocos mandos militares todavía apoyan a Maduro y tienen que tomar una decisión muy pronto, porque se acaban de dar cuenta de que el presidente Trump no bromea", aseguró, adoptando la tesis republicana de que el Ejecutivo de Miraflores se lucra con el comercio ilegal de drogas en Estados Unidos.
Por el momento, EE.UU. ha apostado un despliegue militar sin precedentes (submarino militar incluido) en torno a las costas de Venezuela y el vecino archipiélago de Trinidad y Tobago, donde ha ejecutado maniobras militares. También ha acabado con la vida de, al menos, 83 personas de forma extrajudicial en estas y otras aguas internacionales iberoamericanas. Estas personas, según el Pentágono, pertenecían a organizaciones de narcotraficantes, sin aportar pruebas al respecto ante el Congreso estadounidense.
Ante la pregunta de si cree que otros Estados miembros de la OTAN apoyarían una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, el jefe de la diplomacia española ha optado por ser prudente: "[Caracas] no está dentro de la órbita de la OTAN ni de las acciones de la OTAN, ni hoy se va a tratar en estos momentos".