Decenas de miles de personas se manifiestan en Bulgaria hartas de una crisis política que ha provocado ocho elecciones desde 2021. Los ciudadanos denuncian que las leyes actuales y un poder judicial parcial protegen a una élite corrupta, por lo que exigen una reforma del sistema electoral.
"Llevamos 20 años con los mismos dirigentes. Estamos hartos. Necesitamos gente nueva", dijo uno de los manifestantes, Nikolai Nenkov, en Sofía, resumiendo la esencia de las protestas.
La semana pasada, el Gobierno presentó su proyecto de presupuesto para 2026, que tuvo que retirar rápidamente porque estaba lleno de subidas de impuestos y gastos excesivos. Y ante la enorme oposición, el gabinete dimitió.
Así que el presidente Rumen Radev debe nombrar de nuevo un Gobierno provisional y convocar elecciones parciales... por octava vez desde 2021. Los manifestantes exigen ahora no solo un nuevo liderazgo, sino también un nuevo sistema electoral que haga imposible la manipulación, la compra de votos y la falsificación de resultados.
"Incluso durante las vacaciones, protestaremos y nos quedaremos aquí todo el tiempo que haga falta, para que no vuelvan al poder siempre los mismos pocos políticos corruptos", dijo otra manifestante, Antoaneta Quick.
La crisis parece agravarse apenas dos semanas antes de que Bulgaria cambie su moneda nacional, el lev, por el euro y se convierta en el 21º miembro de la eurozona el 1 de enero.