Decenas de miles de personas protestaron el miércoles en las principales ciudades búlgaras, acusando al Gobierno de corrupción generalizada.
Las protestas, inicialmente desencadenadas por planes presupuestarios para subir los impuestos y aumentar las cotizaciones sociales, han derivado en llamamientos a la dimisión del primer ministro Rosen Zhelyazkov.
En Sofía, los manifestantes se concentraron cerca de edificios gubernamentales clave, con estimaciones que apuntan a más de 100.000 participantes.
El malestar coincide con una moción de censura prevista para el jueves.