Un informe revela que la ortodoxia está ganando popularidad en Estados Unidos, con jóvenes y familias descubriendo la fe principalmente a través de contenido viral en redes sociales. Pese a las dificultades para transicionar de la pantalla al templo, las iglesias se adaptan con varias actividades.
Todos los domingos, la catedral de Santa Sofía de Los Ángeles, Estados Unidos, se llena de fieles de todas las edades, que asisten a misa con devoción.
Detrás de estas imágenes tradicionales, sin embargo, se está desarrollando una nueva tendencia: la ortodoxia está ganando popularidad, y este crecimiento está directamente relacionado con internet y, especialmente, con las redes sociales.
El primer contacto de muchos jóvenes con la ortodoxia ya no es en la iglesia, sino a través de vídeos, mensajes y debates en las redes sociales. "Creo que, como la mayoría de la gente, mi ortodoxia se dio a conocer a través de internet. Esa es la verdad", dice Abia Aylie, de 28 años, que se bautizó ortodoxa en abril de 2024.
De la pantalla a los templos
La transición de la información digital a una experiencia de fe en vivo no siempre es fácil. "A muchas personas que vienen al templo y tratan de ser perfectas o demasiado estrictas con lo que aprendieron en internet les cuesta quedarse. En Santa Sofía fomentamos una cultura de humildad, aceptación de los errores y participación vulnerable", explica Aylie.
Cada semana, los nuevos conversos participan en reuniones informales, pero significativas, en las que comparten experiencias y hacen preguntas sobre su fe. Muchos de ellos han experimentado la ortodoxia a través de contenidos digitales y ahora buscan una conexión más profunda con la tradición y la comunidad.
La experiencia de los conversos
Entre ellos está Justin Braxton, bombero de Los Ángeles, que se convirtió al cristianismo ortodoxo hace año y medio. Describe su primera experiencia en el templo de forma chocante: "El servicio era mitad griego, mitad inglés. Lloré durante toda la hora y media", describe.
Ahora participa en reuniones de jóvenes adultos, y ve la ortodoxia tanto como un reto espiritual como una fuente de profunda alegría. "Ayunan, rezan... La diferencia entre placer y alegría es que la alegría es esa sensación después de un duro entrenamiento cuando dices: sí, lo he conseguido", explica, comparando los ejercicios espirituales con el entrenamiento físico.
Dos oleadas de interés tras la pandemia
Según Matthew Nammy, director ejecutivo del Instituto de Estudios Ortodoxos, el auge de la ortodoxia en Estados Unidos se está produciendo en dos oleadas. La primera se produjo durante e inmediatamente después de la pandemia, mientras que la segunda se ha manifestado en los últimos 18 meses.
Aunque al principio se centraba principalmente en jóvenes solteros, la nueva oleada incluye ahora a hombres y mujeres casados, familias jóvenes y miembros de diversos orígenes religiosos y étnicos.
"En la oleada original, el mayor aumento fue de hombres solteros, pero se equilibró casi por igual con hombres y mujeres casados", dice Nammy, destacando la diversificación de la nueva oleada.
Internet como canal, pero no como sustituto
El internet ha ampliado enormemente el alcance de la ortodoxia, pero no puede sustituir a la participación personal. Creadores de contenidos populares en las redes sociales, como el canadiense Jonathan Petzow, subrayan la importancia de la presencia en vivo: "A muchos ortodoxos en internet se les dice que vayan a la iglesia. No se puede vivir esta fe sólo en la mente", afirma.
Al mismo tiempo, el aumento de la visibilidad online conlleva nuevos retos: orientar a los nuevos conversos, evitar malentendidos, el riesgo de comportamientos extremos y la necesidad de un equilibrio entre tradición y comunicación moderna.
El corazón de la tradición sigue vivo
En iglesias como Santa Sofía, el corazón de la tradición permanece vivo. La comunidad, la participación y la experiencia espiritual siguen atrayendo a fieles nuevos y antiguos por igual.
A pesar del uso de internet y las herramientas digitales, la ortodoxia en Estados Unidos está demostrando que puede seguir siendo vibrante y dinámica, renovando su presencia en un mundo que cambia rápidamente.