El alemán Bosch admite que es el responsable del sistema de inyección que regulaba las emisiones de gases de los vehículos diésel de Volkswagen en
El alemán Bosch admite que es el responsable del sistema de inyección que regulaba las emisiones de gases de los vehículos diésel de Volkswagen en Estados Unidos. En un comunicado, la empresa de equipamiento automovilístico reconoció haber fabricado para la compañía también germana estos dispositivos, después de que la Agencia de la Protección Medioambiental estadounidense (EPA), denunciara un sistema informático de Volkswagen creado para trucar los controles de emisiones de dióxido de carbono. “Fabricamos los componentes según las especificaciones de Volkswagen”, ha dicho un portavoz de Bosch, señalando que es VW quien se encargaba de instalarlos.
Se trata, en concreto, de un sistema de conducto común para los motores diésel que se utiliza desde finales de los años noventa. Con este comunicado, Bosch parece intentar defenderse del escándalo que afecta a Volkswagen por incorporar el dispositivo informático que escondía parte de las emisiones de CO2 durante los controles.