El temor a que se repita un colapso similar al de Lehman Brothers, esta vez con una institución europea del tamaño de Deutsche Bank, ha provocado una gran sacudida en los…
El temor a que se repita un colapso similar al de Lehman Brothers, esta vez con una institución europea del tamaño de Deutsche Bank, ha provocado una gran sacudida en los mercados.
La multa multimillonaria que le ha impuesto Washington por su implicación en la venta de hipotecas subprime antes del estadillo de la crisis de 2008, ha puesto en tela de juicio su supervivencia.
La reducción de la multa de 14.000 a 5.400 millones de euros parece insuficiente para eliminar las dudas sobre la solidez de uno de los mayores del mundo.
Berlín lleva días negando que prepare un rescate que los medios alemanes dan como seguro. Medida que de producirse arrastraría a todo el sector bancario europeo.
La negativa de Merkel a socorrer el primer banco de Alemania en caso de emergencia hizo que las acciones de Deutsche Bank tiñeran de negro al mercado. Por primera vez en su historia, el precio de sus títulos cayó por debajo de los diez euros.
Deutsche Bank por su parte trata de tranquilizar a los mercados y los inversores.
El consejero delegado John Cryan, que asumió el cargo el pasado verano con un plan de reestructuración de cinco años ( incluidos despidos y cierres en 10 países), ya ha señalado que el banco no necesitará la ayuda del Gobierno.
El FMI señaló este año a Deutsche Bank como el banco que representa el mayor riesgo potencial para el sistema financiero.
La calamidad y su tamaño, podría arrastrar por sus conexiones internacionales a todo el sector bancario europeo.