Del FMI al BCE, paso libre a Lagarde.
Durante una reciente aparición en televisión Christine Lagarde dijo que "Cuando las cosas se ponen realmente mal, llaman a una mujer".
Y la condición de mujer de Lagarde ha sido exhibida por Donald Tusk como un valor, sin referirse a su papel en el Fondo Monetario Internacional y ha sido convocada como candidata para dirigir el Banco Central Europeo.
¿Cuál va a ser su máxima prioridad? - en pocas palabras - reiniciar el crecimiento económico de la eurozona.
El crecimiento de la zona euro ha sido bastante moderado: poco más del 0,4% en el primer trimestre en comparación con el trimestre anterior; un crecimiento del 1,2% en comparación con el año pasado.
Lagarde está previsto que siga la política desarrollada por su antecesor al frente del Banco Central Europeo Mario Drahgi.
En principio tendrá poco poder para hacer más e ir más allá de las medidas ya establecidas.
Las tasas de interés ya están en mínimos históricos de cero y -0,4% para depósitos bancarios.
Y luego está la inflación que, después de años de estímulo, se encuentra obstinadamente por debajo de la meta del BCE de poco menos del 2%.
En relación con el curso político del banco central de la zona euro, en uno de los últimos discursos antes de que se conociera la noticia de su nominación al BCE, Lagarde aseguró:"Creemos que para que la economía global funcione realmente bien, debe poder contar con un sistema de comercio internacional más abierto, más estable, más transparente, más previsible y basado en reglas".
Y aunque Lagarde aún debe pasar el proceso de ratificación, deja una pregunta: quién la reemplazará como directora general del Fondo Monetario Internacional para luego trabajar estrechamente con el BCE.