El primer ministro moldavo, Dorin Recean, declaró que su país se enfrenta a una "situación excepcional" en la que Moscú podría convertir deliberadamente la energía en un arma.
El Parlamento de Moldavia votó el viernes a favor de imponer el estado de emergencia en el sector energético por temor a que Rusia deje al país candidato a la UE sin suficiente suministro de gas natural este invierno. La mayoría de los 101 escaños del Parlamento moldavo votó a favor del estado de emergencia, que comenzará el 16 de diciembre y durará 60 días.
Una comisión especial adoptará medidas urgentes para gestionar los "riesgos inminentes" si Moscú no suministra gas a la central eléctrica de Kuciurgan, la mayor del país, situada en la región separatista prorrusa de Transnistria.
El primer ministro moldavo, Dorin Recean, declaró que su país se enfrenta a una "situación excepcional" en la que Moscú podría utilizar deliberadamente los flujos energéticos para desestabilizar el país y dejar a la población "en pleno invierno sin calefacción ni electricidad".
La planta de Kuciurgan necesita gas para funcionar
Gazprom, el gigante ruso de la energía, suministra gas a la central de Kuciurgan, que genera electricidad para abastecer a gran parte de Moldavia. La central fue privatizada en 2004 por las autoridades de Transdniéster y posteriormente vendida a una empresa estatal rusa.
Moldavia no reconoce la privatización. A finales de 2022, Moldavia sufrió importantes cortes de electricidad tras los ataques rusos a la vecina Ucrania, que está interconectada a la central de Kuciurgan.
Añadió que el cese del suministro de gas natural podría desencadenar crisis económicas y humanitarias, pero prometió que nadie en Moldavia quedaría "en el frío y la oscuridad".
Transnistria, que se separó tras una breve guerra en 1992 y no es reconocida por la mayoría de los países, también declaró esta semana su propio estado de emergencia en caso de que la región no reciba suministro de gas.
Diversificar las fuentes de energía
Cuando Rusia invadió totalmente Ucrania en 2022, Moldavia, antigua república soviética de unos 2,5 millones de habitantes, dependía totalmente de Moscú para el gas natural. Desde entonces ha presionado para diversificar y ampliar sus fuentes de energía.
Sebastian Burduja, ministro rumano de Energía, declaró a última hora del jueves que Rumanía dispone de recursos para apoyar a Moldavia "si la situación lo exige", afirmando que sería "un deber... ante las agresiones procedentes del este".
En octubre, la presidenta prooccidental de Moldavia, Maia Sandu, ganó un segundo mandato y un referéndum también mostró al electorado a favor de asegurar el camino del país hacia la UE.
Las dos votaciones se vieron ensombrecidas por las continuas denuncias de injerencia rusa para desbaratar el giro del país hacia el oeste en los últimos años. Rusia niega su injerencia en Moldavia.