El Banco Sabadell ha aprobado este miércoles por unanimidad la venta de su filial británica TSB al Banco Santander por 3.050 millones de euros. La operación busca blindar la independencia del grupo ante la opa hostil lanzada por BBVA.
Este miércoles, los accionistas del Banco Sabadell han respaldado por unanimidad en una junta extraordinaria la venta de su filial británica TSB al Banco Santander. La operación, valorada en un mínimo de 2.650 millones de libras (unos 3.050 millones de euros), supone una ganancia notable frente al precio de adquisición: en 2015, Sabadell compró TSB por 1.700 millones de libras, equivalentes hoy a unos 1.950 millones de euros.
La aprobación de esta desinversión se produce en un contexto especialmente sensible, ya que el banco catalán está siendo objeto de una opa hostil por parte de BBVA. Por ese motivo, el consejo de administración necesitaba obtener el visto bueno explícito de los accionistas antes de cerrar cualquier operación estratégica de este calibre. TSB, centrada en el mercado hipotecario del Reino Unido, ha sido uno de los activos clave en la defensa del Sabadell frente a la propuesta de adquisición hostil.
La venta de TSB forma parte de la estrategia del Sabadell para reforzar su posición independiente frente a la opa lanzada por BBVA. Al desprenderse de TSB, la entidad catalana busca reducir su exposición internacional, simplificar su estructura y generar liquidez para retribuir a sus accionistas.
El plan incluye un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros en 2026, que debe ser aprobado esta misma tarde sobre las 13:00, además de pagos ordinarios adicionales, lo que incrementa el atractivo de mantener el banco como entidad autónoma y complica los argumentos de BBVA para completar la operación en los términos inicialmente propuestos.