A partir de ahora se abren varios escenarios para el banco catalán: BBVA necesita convencer a la mitad del accionariado del Sabadell para llevar a cabo su oferta pública de adquisición; convertirse en un inversor parcial, algo que ya han rechazado; mejorar su oferta o retirarse de la operación.
En un nuevo y previsible capítulo de la saga bancaria sobre la oferta pública de adquisición (OPA) por parte del BBVA al Sabadell -segundo y cuarto banco más grandes de España en activos-, el Consejo de Administración de este último ha recomendado a sus accionistas no aceptar la propuesta de la entidad bilbaína.
"La mejor opción para los accionistas es no aceptar la oferta", asegura el Consejo en un comunicado publicado hoy, esgrimiendo que el valor de sus acciones disminuiría tras la adquisición. "La valoración fundamental de Sabadell está entre un 24% y un 37% por encima del valor de la oferta", insisten.
La recomendación se ha tomado casi por unanimidad, pero con una nota discordante: la del inversor mexicano David Martínez Guzmán, tercer accionista con el 4% del capital. Aunque él también rechaza aceptar la OPA, lo hace únicamente por el precio ofertado por el BBVA y no por el resto de planteamientos del Sabadell.
Sus administradores también argumentan que la operación implica "amplios riesgos e incertidumbre para los accionistas", ya que un 67% del beneficio de la entidad vasca proviene de fuera de Europa, en lo que consideran "países emergentes con elevada volatilidad", como México o Turquía.
La recomendación del Consejo sucede una semana después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorizase la OPA entre ambas entidades, y tras un mes en el que el banco de Josep Oliu, Sabadell, tomase la decisión de vender su filial británica TSB al Banco Santander por unos 3.050 millones de euros para depreciar el atractivo de su entidad ante el BBVA. Los catalanes aseguraron en todo momento que dicha decisión estaba separada de la OPA a la que se enfrentan.
Los escenarios abiertos entre el Sabadell y el BBVA
Tras la autorización de la CNMV, el éxito de esta OPA hostil depende del 'sí' de más de la mitad de los accionistas del Sabadell. Estos deben aceptar el canje de una acción del BBVA más 0,70 euros por cada 5,5483 acciones del Sabadell para permitir el control del 100% por parte de la entidad bilbaína.
El BBVA tiene margen de maniobra en caso de que más de la mitad de los accionistas rechacen finalmente la OPA. El banco podría mejorar su oferta para convencer a inversores de la cuerda de Martínez Guzmán. También podría limitarse a ser un accionista minoritario, aunque ya han expresado claramente que su idea es hacerse con el control total de la entidad y descartan este escenario.
Los accionistas del Sabadell tienen hasta el 7 de octubre para aceptar la OPA del BBVA -un periodo prorrogable- y la entidad de Carlos Torres tiene hasta el 23 de septiembre para decidir si eleva el precio de su oferta; movimiento que también rechazan por el momento. Sindicatos como UGT han alertado de una posible pérdida de entre 7.500 y 10.500 puestos de trabajo directos en caso de una absorción exitosa.
El Gobierno ha pospuesto la fusión hasta, al menos, 2027. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha considerado "relevante" que el Consejo barcelonés haya rechazado por unanimidad la OPA y ha dicho que "ahora es el momento de los accionistas".