La rebaja de Fitch encarece la deuda pública francesa al aumentar el riesgo percibido y, con ello, los intereses que debe pagar el Estado para financiarse en los mercados.
No hay tregua para el nuevo primer ministro francés. Como se esperaba, Fitch ha rebajado la calificación soberana de Francia de "AA-" a "A+", culpando a la "fragmentación y creciente polarización de la política interna" en la segunda economía de la UE.
En su informe, la agencia estadounidense señala que las convulsiones provocadas por las sucesivas caídas de Gobierno desde las elecciones parlamentarias anticipadas de 2024 han debilitado la capacidad del sistema político para aplicar una "consolidación fiscal de gran alcance", y que es poco probable que sitúe el déficit público por debajo del 3% del PIB en 2029, como esperaba el Ejecutivo saliente. Además, Fitch prevé que la deuda pase del 113,2% del PIB en 2024 al 121% en 2027, "sin perspectivas claras de estabilización en los años siguientes".
Un periodo de turbulencias que podría durar
"La creciente deuda pública de Francia limita su capacidad para hacer frente a nuevos choques sin deteriorar aún más sus finanzas públicas", afirma la agencia, que se muestra escéptica sobre una rápida resolución de la crisis política.
"Esperamos que el período previo a las elecciones presidenciales de 2027 limite aún más el margen para la consolidación fiscal a corto plazo, y creemos que es muy probable que el estancamiento político continúe más allá de las elecciones", advierte Fitch.
Una señal para los inversores, no exenta de consecuencias para los franceses, con una posible subida de los tipos de interés de los préstamos inmobiliarios. Aunque los expertos entrevistados por 'Euronews' afirman que esta rebaja era esperada por el mercado, añadiendo que el impacto sobre los tipos de interés debería seguir siendo limitado.
"Romper la parálisis política"
Bercy acusa la situación, al tiempo que subraya la"solidez de la economía francesa". El Ministro de Economía dimisionario, Éric Lombard, declaró haber "tomado nota" de la decisión de Fitch, motivada, según él, por "el estado de nuestras finanzas públicas y la incertidumbre política".
"El nuevo Primer Ministro ya ha comenzado a consultar a las fuerzas políticas representadas en el Parlamento, con vistas a adoptar un presupuesto para la nación y proseguir los esfuerzos para restablecer nuestras finanzas públicas", tranquilizó a X.
El predecesor de Sébastien Lecornu, François Bayrou, fue ampliamente desautorizado el lunes en un voto de confianza en la Asamblea Nacional por su voluntad de ahorrar unos 44.000 millones de euros en el presupuesto de 2026.
La situación sigue siendo preocupante, explica Hadrien Camatte, economista jefe para Francia, Bélgica y la zona euro de Natixis CIB, "porque el déficit es uno de los más elevados de la UE, con un 5,8% en 2024, mientras que el déficit de estabilización se sitúa en torno al 2,8%".
"La consolidación fiscal es difícil en un contexto de fragmentación política y riesgos sociales. Sin embargo, Francia cuenta con una serie de bazas que le ayudarán a salir adelante: una economía diversificada, una demografía más favorable que la de sus vecinos, un fuerte ahorro familiar y una sólida situación empresarial", declaró en una entrevista a 'Euronews'.
Según Sylvain Bersinger, economista y fundador de Bersingéco, hay margen de maniobra, "pero se está reduciendo". "La situación podría volverse crítica dentro de unos años si no se reduce el déficit. Ante todo, hay que romper la parálisis política y aprobar un presupuesto que reduzca el déficit", subraya el experto.
La demanda impulsará la economía francesa, según Fitch
Aunque la calificación crediticia de Francia, el tercer país más endeudado de la eurozona tras Grecia e Italia, no ha dejado de caer desde 2012, varios indicadores económicos están en verde, con una inflación de las más bajas de la UE y una tasa de paro estable en el 7,5% (+0,1% en el año).
A diferencia del INSEE, que ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento (+0,8% frente al 0,6% anticipado), Fitch no ha seguido su ejemplo y espera un crecimiento real del PIB del 0,6% en 2025, del 0,9% en 2026 y del 1,2% en 2027.
"Francia sólo está moderadamente expuesta al comercio estadounidense, pero el impacto indirecto de los aranceles del 15% impuestos por Estados Unidos al conjunto de la UE pesará sobre el crecimiento", señala la agencia, para quien la salvación económica podría venir de la demanda interna.
"La actual incertidumbre política y estratégica podría lastrar el clima económico, pero la elevada tasa de ahorro de los hogares franceses y los sólidos balances de las empresas deberían respaldar el consumo y la inversión, especialmente en el actual entorno de baja inflación".
¿Y los vecinos de Francia?
Según Hadrien Camatte, Alemania y los Países Bajos son los países mejor valorados. "Los países del sur de Europa siguen estando globalmente peor calificados, sobre todo Italia, debido a su nivel de endeudamiento y a la herencia de la crisis de la deuda soberana. Pero la dinámica de las agencias de calificación es más positiva, a diferencia de la de Francia", explica el economista.
Después de Fitch, que abrió las revisiones de otoño de las agencias de calificación, sus principales competidoras también emitirán sus opiniones: el 24 de octubre Moody's, y el 28 de noviembre Standard & Poor's.
No hay ninguna agencia europea acreditada para calificar la deuda de los países miembros de la UE, debido a la falta de consenso entre los 27 Estados miembros sobre los criterios de evaluación.