Los precios de la plata casi se han duplicado este año y superan 60 dólares por onza, debido al déficit de oferta, a la incertidumbre arancelaria y a la previsión de recortes de tipos de la Reserva Federal.
El precio de la plata siguió al alza el miércoles y se mantenía en torno a 62 dólares por onza, tras cotizar alrededor de 50 a finales de noviembre. Supone un salto notable frente al precio medio del metal, de unos 30 dólares, al inicio del año.
El repunte llega tras conocerse que el Gobierno de Estados Unidos está entrevistando a los candidatos finales para sustituir al actual presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Los inversores también esperan que la Fed recorte su tipo de referencia tras su reunión de este miércoles.
De los tres principales candidatos a la presidencia, y en especial el favorito según las informaciones, Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de Donald Trump, se espera que apliquen recortes de tipos más agresivos, mientras que Powell ha supervisado un ritmo más lento de relajación.
Desde enero, la Fed bajo el mando de Powell ha recortado los tipos en dos incrementos de un cuarto de punto, una vez en septiembre y otra en octubre. Esta relajación gradual ha reducido los rendimientos de los activos que devengan intereses, elevando el atractivo de la plata como alternativa para los inversores.
La plata, como el oro, no ofrece intereses ni dividendos, por lo que suele perder atractivo cuando los tipos de Estados Unidos son altos y los inversores pueden obtener rendimientos más atractivos en efectivo y bonos.
El valor del metal se ha prácticamente duplicado este año, superando incluso el alza del 60% del oro, que llevó al oro a máximos históricos. Al mismo tiempo, los operadores buscan claridad sobre si Estados Unidos impondrá aranceles a la plata.
A comienzos de noviembre, el Gobierno de Estados Unidos incluyó el metal en su Lista de Minerales Críticos de 2025, una designación normalmente reservada a materiales considerados estratégicos para la economía y la seguridad nacional.
Ese nuevo estatus sitúa además a la plata dentro del alcance de posibles investigaciones de la Sección 232, la misma herramienta legal usada anteriormente para justificar aranceles sobre el acero y el aluminio.
Las investigaciones de la Sección 232 permiten al Gobierno de Estados Unidos aplicar aranceles, cuotas de importación u otros límites a productos que se considera que generan una dependencia excesiva de fuentes fuera del país, perjudicando los intereses de seguridad nacional.
Por ahora, no se ha iniciado ninguna investigación de ese tipo ni se han anunciado aranceles. Aun así, la mera posibilidad basta para inquietar a los operadores, ya que eventuales gravámenes a la plata importada podrían alterar los flujos comerciales y encarecer los costes para los fabricantes. Estas expectativas han impulsado el acopio de plata.
La mayor demanda de algunos fabricantes está tirando aún más de los precios. La plata es un material clave en la producción de vehículos eléctricos y paneles solares, y la demanda industrial representa más de la mitad del consumo total de plata.