La FundéuRAE ha elegido 'arancel' como la Palabra del Año 2025 por su presencia masiva en los medios y su capacidad para simbolizar el giro global hacia las políticas proteccionistas y las tensiones comerciales. Los aranceles han generado un intenso debate público debido a la agenda de Donald Trump.
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Agencia EFE y la Real Academia Española, ha anunciado este miércoles que 'arancel' es la palabra del año 2025. Este término, que define el impuesto que se aplica a los bienes que son objeto de importación, ha sido seleccionado por su presencia constante en los medios de comunicación a lo largo de los últimos 12 meses y por su capacidad para explicar los cambios en el equilibrio comercial del último año.
Un término que define la economía de 2025
La elección de arancel no es casual. Durante los últimos doce meses, el concepto ha saltado de las páginas especializadas en economía a los titulares de apertura en todo el mundo. La reactivación de las tensiones comerciales entre grandes bloques, las negociaciones en el seno de la Unión Europea y los cambios en las políticas de exportación de potencias como Estados Unidos y China han convertido este vocablo en el eje central del debate público.
Desde la FundéuRAE explican que la palabra del año debe cumplir varios requisitos: que haya estado presente en el debate social, que sea relevante desde el punto de vista lingüístico y que su uso haya sido masivo en el mundo hispanohablante. Arancel ha cumplido con creces estas expectativas, simbolizando un año marcado por el regreso de políticas proteccionistas y la renegociación de los flujos comerciales a través de internety las fronteras físicas.
El efecto Trump
Un factor determinante en la explosión de este término ha sido la retórica política en Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha convertido la palabra arancel en su concepto fetiche durante todo el año llegando a calificarla de "la palabra más hermosa del diccionario" y no ha dudado en emplearla como su principal herramienta de negociación y bandera política. En sus discursos y redes sociales, el mandatario estadounidense parece haber redescubierto el término, otorgándole un protagonismo casi absoluto en su agenda de Gobierno.
Esta insistencia presidencial no solo ha tenido consecuencias en los mercados, sino que ha forzado a los ciudadanos de todo el planeta a familiarizarse con un tecnicismo que antes les resultaba lejano. La fascinación de Trump por esta medida económica ha provocado que el concepto se repita de forma incansable en ruedas de prensa, debates y análisis internacionales, elevándolo a la categoría de símbolo de una nueva era geopolítica.
El origen y la precisión del lenguaje
Lingüísticamente, la palabra tiene una larga trayectoria en el español. Proviene del árabe hispánico 'al-inzál', que se refería al alojamiento o al descenso de mercancías. La FundéuRAE ha aprovechado la elección para recordar la importancia de la precisión terminológica, señalando que, aunque a veces se utiliza de forma genérica como sinónimo de impuesto o tasa, el arancel tiene una naturaleza específica vinculada exclusivamente al comercio exterior y a las aduanas.
El término se ha impuesto a otras candidatas que también reflejaban las preocupaciones de la sociedad en 2025. Entre las finalistas se encontraban palabras relacionadas con la inteligencia artificial, la sostenibilidad y los movimientos migratorios. Sin embargo, la fuerza con la que el debate sobre los impuestos a la importación ha afectado a los bolsillos de los ciudadanos y a las estrategias de las administraciones ha inclinado la balanza de forma definitiva.
La palabra como espejo de la realidad social
La iniciativa de la palabra del año busca poner el foco en cómo el lenguaje evoluciona y se adapta a la realidad. Al elegir arancel, la FundéuRAE subraya un cambio de tendencia respecto a años anteriores, donde predominaban términos más sociales o tecnológicos. En esta ocasión, el peso de la macroeconomía y la política internacional ha dictado la pauta del idioma.
Este reconocimiento cierra un ciclo de doce meses en el que conceptos como 'guerra comercial' o 'aranceles punitivos' han dejado de ser jerga técnica para formar parte de las conversaciones cotidianas. Las instituciones europeas han tenido que gestionar las consecuencias directas de lo que esta palabra representa, consolidándola como el término más influyente del año que termina.