Glamour en la alfombra roja del Festival de Cine de Marrakech. Iconos del séptimo arte de Estados Unidos como Martin Scorsese o Francis Ford Coppola pasean junto a estrellas marroquíes.
Cientos de curiosos acuden para ver a sus ídolos mientras que las taquillas han colgado el cartel de “no hay entradas” desde el comienzo del certamen.
“Por supuesto, hay multitud de proyecciones y de asientos en las salas. También hay proyecciones gratuitas en la plaza de Jemaa El Fna, en el centro de Marrakech. Aquellos que no puedan ver alguna película, al menos pueden escucharla”, afirma Wolfang Spindler, enviado especial de Euronews.
Todos los días, Mohamed Bariz acude a la sede de la Televisión Nacional de Marruecos para ver una película y tomar minuciosas notas en su cuaderno.
Es narrador profesional desde su juventud. Cada tarde, alrededor de las ocho, público de todas las generaciones se reúne para escuchar sus historias.
Aprendió su oficio con un profesor hasta que fue él quien tuvo que ponerse al mando. Su público siempre se muestra agradecido. Quizá sea porque desde hace 30 años, al caer el sol en la conocida plaza de Marrakech, comienza una nueva aventura.