Pocos espectáculos y una ocupación a un tercio de su capacidad son los nuevos estándares del Teatro Nacional de Bucarest.
En Rumanía, los teatros han vuelto a abrir sus puertas tras un cierre de seis meses debido a la pandemia. Con todas las precauciones necesarias para evitar contagios, el arte y la cultura se abre paso con dificultad.
"La relajación de las medidas lleva en un momento no muy propicio pues la curva de infecciones por la COVID-19 está aumentando en lugar de descender, y eso complica nuestra situación", explica Ion Caramitru, director del Teatro Nacional de Rumanía.
Pocos espectáculos y una ocupación a un tercio de su capacidad son los nuevos estándares del Teatro Nacional de Bucarest...
"La sala principal, que tiene un aforo de 940 espectadores, propondrá 301 asientos para seguir las normas de distanciamiento social. Y la sala estudio, con un aforo de 540 espectadores pasará a ocupar solo 180 asientos", explica Adriana Popescu, Directora de Comunicación del Teatro Nacional de Bucarest.
En Rumanía las artes escénicas están muy presentes en todo el país, desde Craiova hasta Cluj-Napoca. La ópera y los teatros abren poco a poco, para deleite de los espectadores...
"¡Qué alegría! Estaba impaciente por comprarme una entrada", decía una joven espectadora.
Termómetros, metros y flechas por el suelo, a pesar de las restricciones el espectáculo puede empezar...