Los referéndums son un elemento clave de la vida política suiza. ¿Podría utilizarse esta peculiaridad del sistema democrático del país para impedir que acoja Eurovisión?
PUBLICIDADDespués de que el cantante suizo Nemo ganara el Festival de Eurovisión 2024 en Mälmo (Suecia), los aficionados de Ginebra a Berna se alegraron: el certamen se celebraría a Suiza en 2025, por primera vez desde 1989.
Las ciudades de Zúrich, Ginebra, Berna y Basilea han presentado sus candidaturas para albergar el espectáculo del año que viene, pero los grupos conservadores suizos tienen otras ideas.
Apenas dos meses después de que Nemo -el primer artista no binario en ganar el concurso- se alzara con el trofeo de 2024, los conservadores suizos amenazan con bloquear el uso del dinero de los contribuyentes para albergar el evento.
El partido conservador cristiano Unión Democrática Federal de Suiza (EDU) planea forzar una votación sobre si se pueden utilizar fondos públicos para acoger el concurso en las ciudades candidatas.
"El Festival de Eurovisión es un horrible acto de propaganda", escribió la EDU en X la semana pasada. "¡El país que proporciona el escenario para esta basura repugnante no mejora su imagen, sino que muestra su decadencia espiritual!".
Además de las credenciales progresistas del concurso, la UDE también denunció en las redes sociales que Eurovisión celebra el "antisemitismo" y "el ocultismo y el satanismo", en aparente referencia a las protestas contra la participación de Israel en esta edición y a la autodenominada "bruja gótica, gremlin y duende" de Irlanda, Bambie Thug, cuya escenografía incluía un pentagrama.
La UDE es un partido político relativamente minoritario, pero sus convocatorias de referéndum han sido apoyadas en algunos cantones por el Partido Popular Suizo y la Asociación Suiza de Contribuyentes.
Nemo ganó el Festival de Eurovisión con su canción 'The Code' recibiendo el mayor número de votos del jurado y el quinto mayor número de votos del público. ¿Lograrán entregar el trofeo a los ganadores del próximo año en un estadio suizo, o triunfarán los enemigos conservadores de Eurovisión?